Norwegian acepta un duro sacrificio de sus accionistas para sobrevivir

Norwegian ha superado su peor momento. Acuciada por los problemas financieros y el retraso de la entrega de los Boeing 747 MAX, el parón de la flota por los efectos de la pandemia del coronavirus amenazaba con ser la puntilla y propiciar su desaparición. Así que la aerolínea noruega de bajo coste propuso un draconiano plan de conversión de la deuda en acciones, un canje necesario para acceder a la línea de rescate ofrecida por el Gobierno nórdico.

La junta de accionistas de Norwegian aprobó este lunes el plan de canje con el 95% de los votos pese a que, merced al mismo, los accionistas originales reducen su peso en el capital a apenas un 5,2%. Pero era elegir entre ese reducido porcentaje o la desaparición. No en vano la cotización de la aerolínea ha perdido el 90% de su valor en un año, y el viernes apenas valía 75 millones de euros en Bolsa. La votación favorable de la junta disparó el valor de las acciones hasta un 30% por las operaciones en corto aunque luego la subida se moderó hasta el 5% de aumento.

La materialización de este plan de rescate supondrá la conversión de hasta 670 millones de euros de deuda en acciones, de forma que los acreedores se convertirán en los dueños de la aerolínea. Además, le permitirá el acceso a las ayudas del Gobierno noruego de 6.000 millones de coronas (500 millones de euros) para paliar los efectos del coronavirus en la industria aérea noruega, de la mitad van destinados a Norwegian. La recapitalización del grupo se completará con una ampliación de capital, por un importe de 35 millones de euros.

Norwegian tiene el 95% de sus aviones en tierra a causa de las restricciones por el coronavirus y, salvo algunas rutas domésticas, mantendrá ese estado de hibernación durante el resto de 2020, para volver a la normalidad en dos años. Su plan es reducir costes con una flota de entre 110 y 120 aviones, una reducción de casi el 30% del total.

La compañía ha suspendido temporalmente el empleo del 90% de su plantilla. Además, cuatro empresas filiales que emplean a 1.571 pilotos y 3.134 personal de cabina y dan servicios a la aerolínea de bajo coste en Dinamarca y en Suecia presentaron una solicitud de quiebra.

Ayudas a Iberia

Pero no solo Norwegian está en problemas. Las compañías aéreas españolas como Iberia podrían requerir ayudas más allá de las líneas de liquidez aprobadas por el Gobierno, que le están garantizando la operatividad en “el corto plazo”, según ha señalado este lunes el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, que ha esgrimido que si no recuperan su actividad, podría extenderse para ellas “la idea de fuerza mayor”. Se trataría de ayudas directas en forma de préstamos blandos, tal y como adelantó EL PAÍS, aunque el Estado no entraría en el capital.

El ministro ha recordado que las aerolíneas pueden acogerse a las líneas de liquidez del Gobierno y ha señalado que ya se están gestionando ayudas con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para estas compañías. Iberia y Vueling han solicitado 1.010 millones de euros a varias entidades ancarias bajo el aval del ICO. Además, ha resaltado que están “muy en contacto con las empresas”, que están trasladando al Gobierno cuáles son los problemas a los que se enfrentan.

Ábalos ha reiterado que la situación de la conectividad aérea se trata de un problema europeo, por lo que la recuperación de la actividad para las aerolíneas vendrá condicionado por las decisiones de la UE. Por tanto, ha señalado que el retraso podría darse por “razones ajenas” y se podría “mantener la idea de fuerza mayor”. En cuanto a ello, ha señalado que desde el Ministerio están trabajando en diferentes grupos europeos y ha detallado que el próximo 13 de mayo podrían darse “algunas ideas” de cómo será el escenario de recuperación del transporte aéreo europeo.

Por último, ha tachado de “especulación” las noticias de varios medios sobre que el Gobierno ha paralizado una posible adquisición de Air Europa por parte de Air France, sobre lo que ha recalcado que el Ministerio de Transportes “no ha intervenido”.

La Comisión Europea (CE) dio este lunes luz verde a una ayuda francesa de 7.000 millones de euros a Air France consistente en una garantía estatal para los préstamos y un préstamo de accionistas para proporcionar liquidez urgente a la compañía durante la crisis causada por la pandemia de coronavirus. La medida fue aprobada dentro del marco temporal sobre ayudas de Estado impulsado a raíz de esta crisis, indicó la CE en un comunicado.

La vicepresidenta ejecutiva de la CE encargada de Competencia, Margrethe Vestager, afirmó que la industria de la aviación es “importante en términos de empleos y de conectividad”, y que además Air France ha jugado un “papel esencial en la repatriación de ciudadanos y en el transporte de equipos médicos”.

Air France, con una flota de más de 300 aviones, pertenece al grupo Air France-KLM, en el que el Estado francés tiene un 14% de participación, y garantiza el 90% del préstamo. Bruselas entiende que la garantía estatal está “en línea” con las condiciones del marco temporal de ayudas de Estado durante la crisis del coronavirus.

Esto es, que la garantía premium se va a ir incrementando para fomentar un rápido reembolso, la garantía será concedida a más tardar el 31 de diciembre, el préstamo respaldado por la garantía no puede exceder los 4.000 millones de euros, la duración máxima de la garantía es de seis años y no cubrirá más del 90% del préstamo.

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