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Las migraciones climáticas en la COP25

La reciente Cumbre del Clima de Madrid debe avivar la investigación y el compromiso de instituciones y ciudadanía españolas para enfrentar lo que es ya una emergencia a nivel mundial

Activistas de Fridays for Future concentrados a las puertas de la COP25 de Madrid. / Á. GARCÍA / EPV
Activistas de Fridays for Future concentrados a las puertas de la COP25 de Madrid. / Á. GARCÍA / EPV

Más allá de los frustrantes resultados, la celebración de la Cumbre del Clima en Madrid ha facilitado traer a España a un amplio número de especialistas que han permitido trasladar toda una serie de enfoques relacionados con el impacto y las respuestas ante el cambio climático. En particular, el problema de los desplazamientos humanos debido a la degradación medioambiental y climática ha ganado cada vez más espacio en las Cumbres del Clima. Hablar en la actualidad de los impactos del cambio climático lleva a reconocer la existencia de millones de personas desplazadas por estas razones, debiendo plantearse respuestas complejas que incluyan a diferentes áreas de gobierno.

En un evento organizado en el Pabellón de España de la COP, y acompañado por Dina Ionesco, directora de la División de Migración, Medio Ambiente y Cambio Climático de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y con la introducción de la secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, François Gemenne, director de The Hugo Observatory de la Universidad de Lieja en Bélgica, reconocía la capacidad del Gobierno español de entender esta complejidad planteando debates más allá del ámbito medioambiental y climático.

En este sentido, se recordó el cambio de capital en Indonesia como ejemplo de estos procesos complejos. Yakarta se está hundiendo debido al aumento del nivel del mar y a un pobre planeamiento urbano, con problemas como una continua extracción de aguas subterráneas que lleva a que el terreno se vaya desplomando progresivamente. Este es un caso extremo que va a llevar a que el Gobierno indonesio se movilice en su totalidad, pero también nos ofrece una visión futura sobre la inhabitabilidad creciente en muchas zonas del planeta debido al cambio climático. Esta situación lleva, en palabras de Gemmene, a plantear un debate inclusivo e integral, y a la necesidad de abordar acciones y acuerdos de forma proactiva sobre el tipo de redistribución de población que va a enfrentar el planeta debido al calentamiento global, y que ya no debe considerarse una amenaza futura y distante.

Por su parte, Kees van der Geest, jefe de la Sección de Migración y Medioambiente del Instituto para el Medio Ambiente y la Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas, explicó en la COP la importancia de la capacidad de decisión de las comunidades afectadas, a partir de su estudio realizado en las Islas Marshall. Este investigador expone que, a pesar que la narrativa habitual mostrada por los medios de comunicación nos habla de un futuro ya presente, con islas en proceso de hundimiento y miles de refugiados climáticos buscando amparo en otros países, los ciudadanos de las Islas Marshall se resisten a la idea de que sus islas lleguen a ser inhabitables.

Desde esta reflexión reclaman a la comunidad internacional que no les deje como un caso perdido y demandan su capacidad de no rendirse, aun reconociendo que la migración puede ser parte de la respuesta al problema de la subida del nivel del mar. En este sentido, recuerdan la importancia de destinar recursos en materia de adaptación que permitan la permanencia de estas comunidades en sus territorios. Por último, Van der Geest entiende que la idea de la existencia de masas de migrantes del sur al norte, debido al cambio climático, es errónea y perjudicial a la hora de proponer respuestas globales eficaces.

El problema de las migraciones climáticas también se abordó desde la situación actual en Suramérica, tal y como se expresó en el evento sobre la cuestión organizado por el Programa de cooperación regional Euroclima. Ignacio Odriozola, miembro de la Red Suramericana para las Migraciones Ambientales (RESAMA), resaltó la importancia de focalizarse en América Latina en esta cuestión, dado que “es una de las regiones más vulnerables al cambio climático y porque muchas personas ya se han desplazado como consecuencia de sus efectos adversos, esperándose mayores desplazamientos en el futuro”. A modo de ejemplo, según estimaciones del Banco Mundial, hacia el año 2050 al menos 17 millones de personas se habrán desplazado internamente como consecuencia -únicamente- del aumento de las temperaturas en América Latina.

En este mismo encuentro, la eurodiputada socialista Mónica Silvana González explicó el trabajo activo que está llevando a cabo un grupo de europarlamentarios para encontrar respuestas ante el aumento de desplazados por razones climáticas. En este sentido, González considera la necesidad de abordar la problemática legal existente alrededor del término “refugiado climático”, y aboga por una necesaria respuesta internacional liderada por la UE para avanzar en la protección de estas personas.

El análisis del proceso migratorio permite observar un aumento de las violaciones o de la trata de mujeres

Por último, las investigadoras españolas Beatriz Felipe y Arantxa García profundizaron en las cuestiones de género y la discriminación hacia las mujeres, que cobran especial importancia en las dinámicas de movilidad humana. Felipe, investigadora del Centro de Estudios de Derecho Ambiental de Tarragona (CEDAT) de la Universidad Rovira i Virgili, y a cargo del blog migracionesclimaticas.org, analiza el problema a partir de la carencia de agua en muchos hogares: En ocho de cada diez son las mujeres las que deben ir a buscarla.

El hecho de que las mujeres tengan que caminar mucho para encontrar un punto de abastecimiento implica que ese tiempo en buscar agua no se dedique a cuestiones como mejorar su educación o buscar otras fórmulas de trabajo pagado. En opinión de Felipe, este es un “buen ejemplo” para profundizar más aún en una problemática que se ve aumentada con los impactos del cambio climático y sobre la que subyace una “explosión de violencias machistas” que se agravan en contextos de crisis, como matrimonios forzados infantiles, mutilación genital femenina o disminución en la tasa de escolaridad. Igualmente, el análisis del proceso migratorio permite observar un aumento de las violaciones o de la trata de mujeres, tal y como explica en su reciente estudio, titulado ‘Perspectiva de género en las migraciones climáticas’.

Por su parte, Arantxa García, desde la ONG InspirAction, presentó en la COP la investigación ‘Migraciones climáticas en el Corredor Seco Centroamericano: Integrando la visión de género” , llevada a cabo en una de las zonas más vulnerables al calentamiento global de todo el continente americano. Este estudio pretende entender la relación entre tres factores: migración, género y cambio climático en esta zona geográfica, con un aumento en la llegada a España de mujeres migrantes hondureñas y nicaragüenses a causa del aumento de las temperaturas, y en donde este tipo de desplazamientos muestran también la cara de la violencia machista. Igualmente, el documento explica las cargas extra que asumen las mujeres ante la variabilidad climática, ya sea para abastecer de agua a la comunidad o para el cuidado de personas enfermas ante el aumento de las enfermedades relacionadas con el cambio climático, entre otras cuestiones.

* Jesús Gamero es investigador de la Fundación Alternativas y miembro del Grupo de Investigación en Sociología del Cambio Climático y Desarrollo Sostenible de la Universidad Carlos III de Madrid

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