_
_
_
_
_

La brecha salarial es mayor en las ocupaciones más masculinizadas

En los trabajos donde los hombres son mayoría, las mujeres cobran un 14,7% menos por hora. Si hay paridad, la diferencia se reduce al 8,4%

Manuel V. Gómez
Cuatro camareros, dos mujeres y dos hombres, en un bar de Sevilla
Cuatro camareros, dos mujeres y dos hombres, en un bar de Sevilla Paco Puentes

La brecha salarial aumenta en las ocupaciones donde los hombres son una mayoría clara. En estos casos, las mujeres cobran un 14,7% menos de media por hora trabajada. En cambio, baja bastante, cuando hay paridad. Se queda en el 8,4%, es decir, disminuye, pero la brecha no se cierra, sigue ahí, según un estudio de la Fundación BBVA y del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). Entre ambos casos, se sitúan las ocupaciones feminizadas. En estas situaciones, la mujeres perciben unas remuneraciones un 11,1% inferiores.

Al medir la brecha salarial por hora, la diferencia entre las remuneraciones segregadas por sexo se reduce. El dato bruto del sueldo anual muestra que las mujeres cobran un 22,3% menos, según los datos de la encuesta de estructura salarial de 2014, los últimos disponibles y los que sirven de base en esta investigación.

Esta diferencia bruta de más del 22% en la renta salarial anual se explica por varios motivos que no tienen por qué significar una discriminación legal -pagar menos por hora a una mujer que a un hombre por el mismo trabajo es ilegal- o al menos no lo es de forma muy evidente. Hay factores que influyen como el número de horas trabajadas: muchas más mujeres que hombres tienen empleos de jornada parcial.

Otro factor es precisamente el de las profesiones y las ocupaciones masculinizadas, ya que hay casos en que los propios convenios colectivos generan situaciones que suponen discriminaciones de facto. Un ejemplo habitual es el de varios convenios provinciales de limpieza en el que las categorías de limpiador (trabajo realizado mayoritariamente por mujeres) tienen retribuciones más bajas que los de limpiacristales o los de conductores.

A la hora de definir qué es una profesión masculizada, los investigadores de este estudio toman aquellas en las que los hombres representan el 65% del colectivo. En esta definición encajan,  directores ejecutivos, profesionales de nuevas teconologías, mecánicos, pintores, albañiles y obreros, técnicos y supervisores de ingeniería, conductores, electricistas...

La situación se invierte cuando se habla de un trabajo feminizado, entre los que están sanitarios, maestros y profesores, administrativos, recepcionistas, dependientas, cuidadoras. La paridad, ningún sexo supone más del 60% ni menos del 40%, se alcanza en bibliotecas, especialista en organización en el sector público y privado, profesionales de la cultura o contables y empleados de finanzas.

"Para lograr disminuir e incluso erradicar las diferencias salariales entre sexos, sería recomendable, entro otras medidas, reducir al máximo la segregación de género que presentan las ocupaciones en la economía", analiza el estudio. La primera que pide para erradicarlo es "diseñar políticas educativas en todas las etapas para que fomenten la igualdad de género, y orienten a las personas hacia su carrera profesional y futura ocupación en base a sus capacidades y no por el género con el que se identifican en la sociedad".

Los resultados a los que llegan los investigadores del IVIE y la Fundación BBVA suponen un indicio más que apunta en la dirección de que hombres y mujeres no perciben la misma remuneración por un trabajo de igual valor, una de las reivindicaciones del movimiento feminista. Refinar los datos hasta el punto de lograr un resultado incontestable sobre esto es casi imposible con la información existente. No obstante, hay otras investigaciones que también apuntan en esa dirección. Una de las más recientes la dirigió el profesor de Economía José Ignacio Conde-Ruiz, que evidenciaba que las mujeres cobran un 12,7% menos a la hora en "tareas similares".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_