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Caritas: “La desigualdad se está enquistando en la sociedad”

La organización denuncia que "después de tres años de recuperación, el 70% de los hogares no perciben los efectos"

Los responsables de Cáritas durante la presentación del informe
Los responsables de Cáritas durante la presentación del informeEUROPA PRESS

“Peor que ver la realidad negra, es no verla”. Sobre esta cita de Antonio Machado construyó este jueves un discurso de algunas luces y muchas sombras el director de Desarrollo Social de Cáritas, Francisco Lorenzo, en la presentación del último informe de empleo y solidaridad titulado Economía y personas. Cambiando el foco, cambiamos el resultado. Lo ha realizado su organización con datos de 2017 y, a la espera de que el Instituto Nacional de Estadística publique en semanas el suyo, desmonta cualquier atisbo de optimismo, aun reconociendo que los datos macroeconómicos permiten abrigar alguna esperanza.

“Después de tres años de recuperación de los indicadores macroeconómicos, el 70% de los hogares no perciben los efectos de la misma. Para la mitad de las familias la red de seguridad que tienen a día de hoy es peor que en la situación pre-crisis”, sostiene Cáritas. Tampoco hay mejora en la tasa de cobertura de la situación de desempleo, que alcanza el 57% en 2018, frente al 71% que registraba en 2008. Además, hay 600.000 hogares sin ingresos, es decir, personas y familias que no disponen de ingresos del trabajo, ni protección al desempleo ni otro tipo de prestación contributiva (son 223.000 hogares más que hace 10 años).

La conclusión de Lorenzo es muy severa aún a riesgo, dice, de que se les acuse “de pesimistas e insatisfechos, o de manipuladores políticos”. Añade: “Estamos dispuestos a pagar este precio. La realidad es que se está dejando abandonada a mucha gente. La desigualdad se está enquistando en nuestra sociedad. Existe el riesgo de invisibilizar a las personas atrapadas en la precariedad, especialmente a los que ya vivían en la exclusión antes de la crisis”.

“Dicen que la crisis ha pasado”. En boca de otro de los autores del informe, Paco Cristóbal, director de Comunicación e Incidencia de Cáritas, la frase era una ironía. Inmediatamente, ofreció números y estadística que demuestran cómo la sociedad es cada vez más desigual y cómo España está perdiendo la lucha contra la pobreza extrema. “La puerta del empleo sigue cerrada para muchos, el mercado no asegura unas condiciones dignas y, además, tener un empleo no es suficiente para salir de la pobreza".

Sobre la reciente aprobación de los Presupuestos Generales del Estado por el Congreso, Cáritas lamenta que haya cuestiones que siguen sin estar "en estos ni en los anteriores". Lorenzo destacó tres: la ausencia de políticas de vivienda, un sector dejado “en manos del mercado pese a ser un derecho fundamental de las personas”; que no haya políticas de protección pública a la familia, “la institución que ha hecho que esto no saltara en pedazos durante la crisis", y, finalmente, la ausencia de políticas de cooperación internacional.

Como complemento del informe, Cáritas presentó los resultados de sus programas de economía solidaria. 15.000 personas accedieron el año pasado a un trabajo mediante esos programas, que sostienen 57 empresas y 29 tiendas de comercio justo. Su facturación supera los 39 millones. Una de las beneficiarias de esa “economía social”, la colombiana Ivón Martiza Henao, narró su experiencia en Girona. Cuando llegó a España en 2004, venía sin papeles, sin trabajo y sin preparación. Cáritas la incluyó en uno de sus programas de orientación laboral y ahora es la presidenta de la Cooperativa Avancem, centrada en servicios de limpieza doméstica e industrial, cuidado de personas mayores y de niños, y formación en temas del sector.

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