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La fuerte subida de precios resucita la creencia de que “alquilar es tirar el dinero”

Más de la mitad de los españoles cree que los precios de los arrendamientos han aumentado tanto que le compensa más pagar una hipoteca, según Fotocasa

Viviendas en construcción Palma. EPFoto: atlas | Vídeo: Atlas

La demanda de viviendas de alquiler ha disminuido un 36% en el último año, arrastrada por el incremento de las rentas, un fenómeno que se ha agudizado en los últimos meses. Esta tendencia se debe sobre todo, aunque no exclusivamente, a una menor proporción de jóvenes que en los últimos 12 meses han entrado en algún inmueble como inquilinos o lo han intentado, según la Radiografía del mercado de la vivienda, presentada este lunes por el portal inmobiliario Fotocasa. Mientras, crece la proporción de jóvenes que optan por intentar comprar en lugar de alquilar y, en la población general, se refuerza la idea de que es más rentable y accesible conseguir una hipoteca que un arrendamiento.

Si en 2017 había un 14% de españoles mayores de edad que había alquilado o buscado una vivienda de alquiler, este año ese porcentaje es del 9%. Los descensos más pronunciados que registra el estudio se hallan en el tramo que va de los 18 a los 24 años de edad (los inquilinos reales o potenciales pasan del 29% de 2017 al 15% de 2018) y de los 25 a los 34 años (del 28% al 19%), aunque en prácticamente todos los rangos se nota una bajada de la demanda en el mercado del arrendamiento de viviendas. La oferta, por el contrario, casi no ha variado desde el año pasado, ya que los propietarios que han alquilado a otros su vivienda o han tratado de hacerlo pasan del 5% de 2017 al 6% de este año.

El 77,8% de los ciudadanos residentes en España tienen la vivienda en propiedad. Así, se sitúa en el puesto número 13 en este parámetro en 2016 en el ranking de los países de la Unión Europea (UE), según cifras de Eurostat. En cuanto a la emancipación, España es uno de los países con una edad más tardía: los jóvenes se van de casa de sus padres con 29,3 años, tres por encima de la media europea.

Los responsables de Fotocasa —que para su informe han utilizado una muestra representativa de más de 5.000 personas— tienen claras las razones de que, de nuevo, pierda atractivo el arrendamiento. “Las fuertes subidas de precios en los alquileres han hecho mella sobre todo en los jóvenes, reduciendo de forma notable su demanda”, apunta la directora de estudios del portal inmobiliario, Beatriz Toribio. “No menos importante, su visión negativa sobre esta forma de vida, a tal punto que, en comparación con el año pasado, la opción de la compra frente al alquiler gana fuerza sobre todo en el segmento de los que tienen entre 25 y 34 años”, añade.

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En el informe, baja del 49% de 2017 al 46% la proporción de los que están de acuerdo en decir que la crisis ha traído una modificación de tendencia a favor del alquiler. En cambio, los convencidos de que “vivir de alquiler es tirar el dinero” suben del 35% del año pasado al 40%, y el 54% se muestra conforme con la afirmación que los alquileres han subido tanto que ya les compensa más pedir un préstamo hipotecario para comprar su propia vivienda.

Por zonas geográficas, los descensos más significativos en la demanda particular de alquiler se detectan en la Comunidad de Madrid (el porcentaje de los que han entrado a vivir de alquiler disminuye de 5 puntos, del 9% al 4%) y en Cataluña (del 7% al 4%). Son las dos Comunidades Autónomas en las que se encuentran las dos capitales, Madrid y Barcelona, en las que las rentas ya han alcanzado los máximos de los años de la burbuja, de acuerdo con los datos que maneja Fotocasa.

Siempre según este estudio, si hace un año las demandas y ofertas de compraventa y alquiler habían reunido al 28% de la población mayor de 18 años, ahora esta proporción baja al 23%, lo que significa que hay menos gente participando en el mercado inmobiliario en su conjunto. Un descenso que el portal achaca casi exclusivamente a la menor demanda de arrendamiento, lo que hace aumentar el peso relativo de los activos por el lado de la compra, en contra de la tendencia que se manifestaba hace un año.

Pese a que este marco contraste con otros indicadores del sector, como el pronunciado ascenso de los precios del alquiler, las ventas, y la concesión de hipotecas, hay que destacar, sin embargo, que el informe solo se centra en operaciones entre particulares y no tiene en cuenta las que hayan podido llevar a cabo otros actores como fondos, Socimis o entidades financieras, entre otros.

Una recuperación lenta y moderada

Al revés de lo que ocurre en el mercado del alquiler, en la compraventa se registran los mismos patrones que en 2017. De esta manera, en los últimos 12 meses el 13% de la población ha participado como vendedor o comprador (real o potencial), frente al 14% que lo hizo el año pasado. “Se refuerza así nuestra visión de que la recuperación del mercado de la vivienda va a ser lenta y moderada”, señala Toribio. En línea con los datos recogidos en 2017, por un lado, este año también el 18% de los particulares que no han realizado ninguna acción de compra en los últimos 12 meses tiene intención de hacerlo en los próximos cinco años: el 7% en el próximo bienio y el 11% en los tres años siguientes. Por el otro, del colectivo que no ha buscado casa para comprar, la mitad no se plantea adquirir una vivienda ni a medio ni a largo plazo, mientras que una tercera parte no descarta del todo esta posibilidad.

Los motivos del retraso que alegan los que quieren comprar en el próximo lustro como las razones que frenan los que manifiestan su negativa a hacerlo en cualquier momento están vinculados sobre todo a su propia situación laboral y económica, especialmente en los segmentos más jóvenes, y a la falta de ahorros. Les siguen el hecho de tener otros gastos o una vivienda en propiedad. En el caso de los que sí quieren adquirir una vivienda, los precios altos o el estar a la espera de que bajen, es la razón que menos mencionan. De todas formas, si en 2017 solo el 15% de los que aspiraban a una casa en propiedad en los siguientes dos años vivían en casa de sus padres, en 2018 son ya el 20%; y el 31% de los que pretenden comprar en los tres años siguientes están todavía con sus progenitores, frente al 27% que suponían en 2017. “Todo parece indicar que este colectivo ha renovado su interés por la compra en detrimento del alquiler”, concluye el informe.

La vuelta a costumbres consolidadas y la importancia que tiene en España el sentimiento de ser propietario de una vivienda se confirman también en el hecho de que apenas el 20% de los encuestados afirma vivir de alquiler, un punto menos que hace un año. Un 22% de los que se consideran dueños, reconoce que el inmueble es propiedad de sus padres u otros familiares o tutores, de tal manera que es efectivamente propietario un 66%. De todas las viviendas, tres cuartas partes se destinan a residencia habitual, el 12% a segunda vivienda, el 8% se alquila a terceros como residencia habitual, y el 1% se arrienda como segunda residencia o por cortos períodos. El estudio de Fotocasa destaca también que el 4% de las viviendas en manos de particulares se mantienen vacías.

¿Se avecina el techo de los alquileres u otra burbuja?

Pese a que este año la demanda de alquiler desciende con respecto al año pasado, según la Radiografía del mercado de la vivienda que presentó este lunes el portal inmobiliario Fotocasa, esta sigue existiendo. A una pregunta sobre el tiempo que tardan las viviendas en ser alquiladas tras la publicación del anuncio, la directora de estudios de Fotocasa, Beatriz Toribio, admite que el portal no tiene datos de este tipo, pero añade que, “si tienen un buen precio, están bien ubicados y en condiciones, los pisos vuelan, y hay usuarios que logran arrendarlos en cuestión de horas”.

En la presentación del informe, Toribio no se aventuró en previsiones sobre el momento en que los precios del alquiler tocarán techo. A falta de estadísticas oficiales, lo que constatan en Fotocasa desde el último trimestre del año pasado, es que “en los barrios barceloneses de Ciudat Vella y Eixample se registran caídas interanuales que, en el caso del distrito Centro de Madrid, llegan a un 10%, aunque los datos de abril muestran un repunte en estas zonas”.

Las altas rentabilidades del alquiler empujan la compra de casas para su posterior arrendamiento, a tal punto que el 11% de los que participaron en el mercado de la compraventa lo hizo para invertir. Para Toribio, el trasvase de la tendencia alcista de los precios del alquiler a los de venta “es evidente y ya lo estamos viendo”. La percepción de que se aproxima una nueva burbuja inmobiliaria ha pasado de ser dominante en el 23% de los encuestados en 2017, al actual 36%.

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