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La fuga de empresas se acelera ante el pleno sobre la independencia

Albertis, Cellnex y Colonial trasladan su sede a Madrid. Grifols, Planeta y la empresa de Cola Cao abren la puerta a hacerlo si de declara la secesión

Instalaciones de Grifols en Clayton (Carolina del Norte, EE UU).Foto: atlas | Vídeo: ATLAS
Lluís Pellicer

La fuga de empresas de Cataluña se aceleró este lunes ante la posibilidad de que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, declare este martes la independencia en el Parlamento catalán. La comunidad está a un paso de quedarse sin ninguna empresa en el Ibex 35 después de que los consejos de Colonial, Abertis y Cellnex decidieran trasladar sus sedes sociales, y Grifols abriera la puerta a hacerlo. La cascada siguió en el sector financiero y asegurador con los cambios de domicilio de GVC Gaesco, MGS Seguros y SegurCaixa Adeslas. Otras empresas, como la que produce Cola Cao y Nocilla, y Planeta están a la espera lo que ocurra este martes.

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El empresariado catalán había advertido el fin de semana a Carles Puigdemont que la situación podría empeorar este lunes si no renunciaba a una declaración de independencia. Así se lo trasladó el presidente del Círculo de Economía, Juan José Brugera, quien le pidió que se retractara antes de la apertura de los mercados. En lugar de eso, la Generalitat emitió un comunicado a primera hora en el que destacaba los buenos datos de crecimiento, inversión y exportaciones de la economía catalana en el primer semestre.

Ni las declaraciones de la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, la noche del domingo en la BBC, sugiriendo que la declaración de hoy sería retórica logró frenar la sangría. Ayer los consejos de administración de decenas de empresas catalanas volvieron a reunirse de urgencia para decidir el traslado de sus domicilios sociales fuera de la comunidad. Algunas señalaron que el cambio era temporal. Otras no lo especificaron. Pero todas lo atribuyeron a la inestabilidad política que atraviesa Cataluña desde el pasado 1 de octubre.

Tres de las cuatro empresas catalanas que ayer quedaban en el Ibex 35 (Colonial, Abertis y Cellnex) aprobaron en consejo extraordinario su traslado a Madrid. Hoy en el selectivo solo habrá una compañía con sede social en Cataluña, la multinacional de hemoderivados Grifols. Y si bien de momento no prevé convocar al consejo, la empresa abrió la puerta a un cambio de domicilio si “la actual situación derivase” en un nuevo escenario “que pudiese afectar el curso normal de los negocios o de la situación financiera de la compañía”. “El consejo acordaría las medidas necesarias”, afirmaron fuentes del grupo.

El reguero de marchas siguió en el sector financiero, el más sensible al contexto de inseguridad jurídica. A la marcha de Banco Sabadell y CaixaBank —que fue alabada por la agencia de calificación Moody’s— le siguieron Mediolanum y Arquia y, ayer, las gestoras de fondos GVC Gaesco y Trea Asset Management para garantizar su permanencia en la zona euro. También el sector asegurador, según fuentes del mercado, está huyendo de la incertidumbre que genera el actual conflicto político. SegurCaixa Adeslas, líder en seguros de salud en España, decidió también mover su sede a Madrid, mientras que la centenaria MGS Seguros, una de las principales mutuas, informó ayer de que el viernes aprobó instalar su domicilio en Zaragoza. El grupo Catalana Occidente aseguró la semana pasada que está analizando si debe seguir esos mismos pasos.

La pérdida de centros de decisión no solo se produce en el ámbito financiero, sino que se extiende también al sector industrial, que supone más de un 20% del producto interior bruto (PIB) catalán. La papelera Torraspapel, que factura 766 millones de euros y emplea a 1.900 personas, anunció que ya había llevado sus sedes sociales a Madrid “por la incertidumbre derivada por el actual contexto político catalán”. Mahou San Miguel, por su parte, ubicará sus cuarteles generales en Málaga.

La posibilidad de que hoy Puigdemont lleve la declaración al Parlament hizo que algunas empresas que nunca se han posicionado políticamente se vieran obligadas a hacerlo ante la inestabilidad de los mercados. Es el caso de Idilia Foods, que engloba marcas tan emblemáticas como Cola Cao, Nocilla o Paladín. La compañía todavía no ha tomado una decisión, pero sostuvo que “ante una efectiva declaración unilateral de independencia” trasladará su sede social, situada hace más de 70 años en Barcelona, “fuera de Cataluña” para “mantener la seguridad jurídica necesaria para poder seguir trabajando con normalidad”. En un sentido casi exacto se pronunció el consejo de Planeta, el sexto grupo editorial del mundo.

Alud de peticiones

Sin ningún mensaje de las instituciones catalanas que calmara a los mercados, los despachos de abogados siguieron recibiendo ayer un alud de peticiones por parte de grandes, medianas e incluso pequeñas empresas. El grupo constructor Copasa aprobó llevarse una filial dedicada a tareas medioambientales, Pese, de la capital catalana a Santiago de Compostela; el grupo de mensajería MRW se marchó a Valencia, y la odontológica DVD Dental se decantó por Madrid para ubicar su nuevo domicilio social.

Fuentes empresariales sostuvieron que si bien muchas de las grandes corporaciones ya han dado paso, en las próximas semanas se conocerán más nombres, a medida que se inscriba el cambio en el Registro Mercantil. Al cierre de los mercados, las patronales acababan la jornada con mayor nerviosismo que el pasado viernes y con la incertidumbre del contenido del discurso de hoy de Puigdemont. En Bolsa, volvían a subir todas las compañías que habían decidido mudarse.

La patronal alerta al Govern del “descrédito internacional”

La patronal catalana Foment del Treball, presidida por Joaquim Gay de Montellà, reunió ayer a su Comité Ejecutivo de forma extraordinaria para analizar la situación política en Cataluña y sus consecuencias económicas. En un duro comunicado, la institución pidió a los dirigentes políticos no avanzar “ni un paso más en el incierto camino iniciado desde el Parlament de Cataluña”. La entidad recordó que el camino seguido por la Cámara catalana se ampara en una “estrecha mayoría” que durante este último mes “ha traspasado las fronteras de la ilegalidad llevando al país hacia el descrédito nacional e internacional, y quién sabe si hacia la insolvencia económica”.

El lobby empresarial Barcelona Global, presidido por Gonzalo Rodés, advirtió de que Barcelona "está viviendo uno de los momentos más delicados de su reciente historia" e instó a los "responsables de esta situación" que emprendan "todas las medidas para que Barcelona recupere su imagen de ciudad global, activa, abierta al talento, la creatividad y la ciencia".

“Los depositantes pueden estar tranquilos: los bancos españoles tienen el paraguas del BCE”, aseguró el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos. La paradoja es que cuando un ministro habla de tranquilidad a los depositantes, generalmente la fuga de capitales ya ha empezado. La mayor parte de los ministros han expresado inquietud por la situación en España. “Lo miramos con mucha atención y a veces con preocupación”, resumió el comisario Pierre Moscovici, que se decanta por una solución “dialogada, siempre preferible a la violencia”. / J. CATÀ / C. PÉREZ

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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