Las bases imponibles de los impuestos crecen al mayor ritmo desde 2006

La economía española ha dejado atrás esa marcheta a trompicones y circula a velocidad de crucero. La recaudación avanza al mayor ritmo en la década, según los datos difundidos el pasado viernes por la Agencia Tributaria. La renovada energía de la actividad económica surte de incesantes fondos a las arcas públicas, que están comenzando a olvidar las épocas de telarañas.

Las bases imponibles —el dinero sujeto al pago de impuestos— crecieron en la primera mitad del año un 5,5%. Es la mayor tasa desde 2006, cuando nadie imaginaba la dimensión de la profunda crisis que se cernió sobre España.

La Agencia Tributaria explica que esta viveza se debe a que "en el primer semestre las rentas brutas de los hogares crecieron un 3,6%. Esta tasa es algo superior al ritmo medio de crecimiento de los dos últimos años".

Este incremento se justifica por la buena marcha del mercado laboral —cada vez hay más personas trabajando, aunque sea con salarios bajos—, y, sobre todo, por el mayor número de pensionistas. Los nuevos jubilados tienen prestaciones más altas que los que causan baja.

Hacienda recuerda también la mejora de las ganancias patrimoniales, por los fondos de inversión, y de las rentas de las empresas personales, los ingresos de los autónomos.

Hacienda espera que la base imponible del impuesto de sociedades mantenga el ritmo en lo que resta de año. Considera que en el impuesto de sociedades aún se tienen que ver mejoras porque las empresas están elevando sus beneficios y porque en el primer semestre apenas se ingresó el primer pago fraccionado y aún restan otros dos a final del año.

El gran motor de la recaudación, aparte del IRPF, está siendo el IVA. Las bases imponibles de este impuesto, que están ligadas al gasto de las familias y las empresas, crecieron un 7,1% en el primer semestre. "La mayor parte de la subida se debe a las subidas de precios", explica Hacienda, que pone el énfasis en el crecimiento de dos dígitos en el gasto en vivienda nueva.

Los consumos sujetos a impuestos especiales también creció a un ritmo vivo, un 7,3%, por la subida de precios en los carburantes y la electricidad.