Miguel Blesa y Rodrigo Rato eluden la cárcel por las ‘black’ sin ninguna medida cautelar
Los jueces destacan que durante el proceso judicial el comportamiento de los exbanqueros ha sido "cabal" e "intachable"

Rodrigo Rato y Miguel Blesa eluden la cárcel y cualquier otra medida cautelar pese a estar condenados por el caso de las tarjetas black a cuatro años y medio y seis años de prisión, respectivamente. La Fiscalía Anticorrupción había pedido este viernes prisión eludible bajo fianza de entre 75.000 y 100.000 euros para Blesa por el escándalo y la acusación particular solicitaba medidas también contra Rato. Pero finalmente la Audiencia Nacional no ha impuesto nada para los expresidentes de Caja Madrid y Bankia.
Blesa y Rato seguirán libres hasta que la sentencia, que han recurrido ante el Supremo, sea firme. La Audiencia Nacional rechaza así las medidas cautelares que habían solicitado el fiscal y las acusaciones. La sección cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional afirma que la sujeción de ambos ejecutivos durante la fase de instrucción y el juicio hace innecesario imponerles medidas cautelares.
En el caso de Rodrigo Rato, el tribunal considera que durante la investigación y el juicio, "su comportamiento procesal ha sido absolutamente cabal". La defensa del exvicepresidente del Gobierno recordó que a este ya se le ha retirado el pasaporte y ha cumplido con las obligaciones de comparecer mensualmente en el Juzgado de Instrucción 31 de Madrid, que le investiga por delitos contra la Hacienda Pública derivados de su patrimonio.
En el auto de Miguel Blesa, el condenado a la pena más grave (seis años de prisión), el tribunal presidido por la magistrada Ángela Murillo afirma que su comportamiento procesal ha sido "intachable" y recuerda que "en el proceso penal español el principio de presunción de inocencia se mantiene incólume hasta la firmeza del fallo condenatorio", en este caso hasta que el se pronuncie el Tribunal Supremo.
El jueves de la semana pasada, la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional, hizo pública su sentencia sobre el caso de las tarjetas black de Caja Madrid, a la que consejeros y directivos de la entidad cargaron gastos personales por valor de 12,5 millones de euros entre 2003 y 2012. El tribunal condenó a los 65 acusados por apropiación indebida a penas que oscilan entre los tres meses y los seis años de prisión, la pena máxima y que le fue impuesta a Miguel Blesa.
Además de la condena, todavía pendiente del recurso ante el Tribunal Supremo, por las tarjetas black, el presidente de Caja Madrid desde 1996 hasta 2010 tiene pendientes otras dos causas judiciales: Blesa está imputado en el caso de los sobresueldos de la entidad —en el que la Fiscalía pide para él cuatro años de prisión— y en la pieza separada del caso Bankia sobre las participaciones preferentes, que instruye el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. También pesa sobre él una investigación de la fiscalía, aún no judicializada, por blanqueo de capitales en conexión con unas sociedades radicadas en las Islas Vírgenes.
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