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Pemex reduce sus pérdidas en un 60%

Pese a la mejora del resultado operativo en 2016, la petrolera pública mexicana suma cuatro años consecutivos de números rojos

I. F.
Estación de servicio Pemex en Ciudad de México.
Estación de servicio Pemex en Ciudad de México.J. L. G. (REUTERS)

Pemex redujo su sangría en 2016. La petrolera estatal mexicana perdió 296.000 millones de pesos (14.300 millones de dólares), casi un 60% menos que en 2015, un comportamiento que la compañía atribuye a la "mejora" en sus operaciones, a la disminución de los "impuestos y derechos" a los que tuvo que hacer frente el ejercicio pasado y a las políticas de "disciplina y eficiencia en el gasto" implementadas. Con 2016 Pemex acumula ya cuatro ejercicios consecutivos de pérdidas, todo un hito negativo para una empresa que ha apuntalado las cuentas públicas mexicanas durante décadas.

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Pese a la sustancial mejora en el resultado anual, los ingresos no fueron en consonancia. Las ventas totales del año cayeron un 7,4% hasta los 52.200 millones de dólares, pese a que la producción de crudo superó la meta establecida para el conjunto del año, algo que no ocurría en un lustro. En el cuarto trimestre de 2016, los bombeos de petróleo promediaron poco más de dos millones de barriles diarios, un 9% menos que en el mismo periodo de 2015, por la caída del 13,5% en la producción de crudo ligero y del 16,6% en el crudo superligero. El comportamiento del crudo pesado fue notablemente mejor, con una disminución de solo el 3,8%. La producción de gas natural, por su parte, bajó casi un 15% en los tres últimos meses del año. Pemex cerró 2016 con 8.351 pozos en operación (5.205 de crudo y 3.146 de gas), la décima parte menos que un año antes.

El cuarto trimestre de 2016 fue especialmente positivo para Pemex, una compañía que lleva en el ojo del huracán incluso desde antes de que el precio del petróleo empezó a desplomarse en los mercados internacionales, a mediados de 2014. Entre septiembre y diciembre del año pasado, la firma estatal redujo en un 91% sus pérdidas hasta los 1.530 millones de dólares, con unos ingresos un 23% superiores a los registrados en el mismo periodo del ejercicio anterior.

La deuda total, por su parte, repuntó un 14% en 2016 hasta situarse en 172.000 millones de dólares. Pemex achaca este mal comportamiento al "impacto" de la depreciación del peso frente al dólar en el conjunto del año (el tipo de cambio pasó de 17,21 unidades por dólar a 20,66 por el incremento de la incertidumbre sobre la economía del país norteamericano a raíz de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos). El 83% del endeudamiento financiero de la petrolera está denominado en dólares, por lo que cualquier debilidad adicional del peso tiene un impacto directo sobre su volumen de pasivos.

La hoja de ruta de la empresa pública mexicana para el periodo 2016-2021 contempla alcanzar un superávit primario (que los ingresos superen a los gastos) en la cuenta de resultados del año en curso. Con la implementación de este plan de negocios, Pemex espera "compensar" la paulatina disminución de la producción "causada por la declinación natural" del enorme yacimiento de Cantarell —que llegó a suponer las dos terceras partes de la producción total mexicana y que no deja de menguar— para después "estabilizarla e incrementarla en el largo plazo". Todo un reto habida cuenta de la nueva oferta a precios muy competitivos derivada del fuerte crecimiento de las operaciones fracking en los últimos años, que ha convertido a EE UU —otrora comprador prácticamente único del crudo mexicano— en la primera potencia petrolera mundial por delante de Arabia Saudí y Rusia.

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Sobre la firma

I. F.
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.

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