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Un plan contra el desempleo juvenil

J. P. Morgan presenta una iniciativa para adecuar la formación laboral a la demanda

Thiago Ferrer Morini
Un joven en prácticas de FP dual en una fábrica en Getafe (Madrid).
Un joven en prácticas de FP dual en una fábrica en Getafe (Madrid).

En 1960, el 40,9% de los españoles que trabajaba lo hacía en el sector agrícola, según la OCDE. En 2013, esa cifra había bajado del 4%. Las economías cambian, y con ellas, los mercados laborales. Y los cambios producidos tras la explosión de Internet no son una excepción. "La economía digital está golpeando de forma especial a los puestos de trabajo de habilidad media y rutinarios", señaló Stefano Scarpetta, director de Trabajo, Empleo y Asuntos Sociales de la OCDE, en una conferencia celebrada en Madrid el pasado jueves.

Bajo el título El futuro del empleo en España, la conferencia fue la primera de una serie de reuniones organizadas por el banco estadounidense J. P. Morgan e incluidas dentro de un proyecto global por valor de 250 millones de dólares (200 millones de euros). El plan, titulado New Skills at Work, fue presentado hace un año en Estados Unidos (y ya se ha puesto en marcha en varias ciudades de ese país) y pretende expandirse a cuatro países europeos (Reino Unido, Alemania, Francia y España) El objetivo, encontrar fórmulas para reducir el desempleo a través de una adecuada formación de los trabajadores.

"Obviamente, cada mercado de trabajo tiene sus problemas", comenta Enrique Casanueva, presidente de J. P. Morgan en España y Portugal. "En Reino Unido es, sobre todo, el paro juvenil. En Alemania, son los minijobs y el empleo de mala calidad. En España, que en las crisis se destruye empleo a muchísima más velocidad que en el resto de Europa y tarda muchísimo más en recuperarse". El programa planea una inversión de 30 millones de dólares (24 millones de euros) en tres años, primero para investigar a fondo las deficiencias de los distintos mercados laborales —en España, cuenta con la colaboración del centro de estudios Fedea— y luego para poner en marcha programas piloto adaptados a esas necesidades.

Una de las prioridades del programa es buscar formas de solventar uno de los problemas más sangrantes de un mercado laboral ya de por si disfuncional: el paro juvenil. 867.600 personas menores de 25 años buscan trabajo en España sin encontrarlo, un 52,4% de la población activa, según la última EPA. "Corremos el riesgo de una generación de españoles malograda", afirma Casanueva. "Hay que tener cierto escepticismo acerca de las estadísticas de paro juvenil", matiza Scarpetta. "Esas cifras tienen que tener en cuenta que, en muchos casos, siempre cabe la posibilidad de seguir estudiando".

El curso 2012-2013 hubo más alumnos matriculados en Formación Profesional que en Bachillerato

El curso 2012-2013 hubo más alumnos matriculados en Formación Profesional que en Bachillerato, según los datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Pero, para Fedea, es necesario fomentar más el sistema de FP dual, en el que las empresas tienen un papel predominante. "Las empresas alemanas forman a sus aprendices en las capacidades que ellos necesitan", afirma Ángel de la Fuente, director de Fedea. "Eso en España está en la infancia".

Según el Ministerio de Educación, en 2014 1.570 empresas colaboraron en los distintos planes de FP dual, con un total de 9.555 alumnos. Aunque ésta cifra es el doble que el año pasado, sigue siendo menos del 2% del total de matriculados en Formación Profesional.

Sin embargo, esas cifras no desaniman al centro de estudios. "Lo que queremos es que más empresas se animen a participar", apunta De la Fuente. "Eso generará empleo en la medida en que las grandes empresas se animen a formar y contratar, como aprendices. Además, la empresa está invirtiendo en la formación, por lo que hay menos incentivos a la precariedad", completa.

"Existe un poco de mito acerca de la FP dual", apunta Juan Menéndez-Valdés, director de Eurofound, la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo. "No puede haber formación profesional dual cuando no hay plazas que cubrir. En Suecia hubo un momento en el que se impulsó la educación general porque en la FP no había plazas".

El énfasis en la formación profesional se hace, por norma general, por oposición a la universalización de la educación universitaria. "Muchos estudiantes despreciaban la FP porque no tiene el mismo status de la formación universitaria", apunta John de Zulueta, presidente de la Fundación Exit, dedicada a formar e insertar en el mercado laboral a jóvenes en peligro de exclusión. "La sobrecualificación no tiene por qué ser mala", alerta Menéndez-Valdés. "El sistema tiene que fomentar que haya un número de trabajadores formado más allá de lo estrictamente necesario para agilizar el reciclaje".

El programa de J. P. Morgan parte de la discutida idea de que las empresas no contratan porque no encuentran a trabajadores con la formación adecuada

Pese a esa voluntad de adaptarse a los problemas de cada mercado laboral, el programa de J. P. Morgan parte de una discutida idea inicial: el llamado skills gap (brecha de competencias, en inglés), es decir, que las empresas no contratan porque no encuentran a trabajadores con la formación adecuada. Un informe de la empresa de trabajo temporal Randstad, afirma que en 2020 faltarán, solo en España, 1,9 millones de puestos de trabajo muy cualificados. "Se trata de que la oferta y la demanda de trabajo conecten e interactúen mucho mejor", afirma De la Fuente.

Sin embargo, el concepto de skills gap ha sido criticado, entre otros, por el profesor de la escuela de negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania (EE UU) Peter Cappelli. "Antes de echar la culpa al mercado laboral por sus problemas a la hora de contratar, hágase una serie de preguntas", afirmó en un artículo de 2012 en el New York Times. "Primera: ¿Ha probado a ofrecer salarios más altos?". Para Cappelli, más que por la falta de cualificación, la brecha existe porque las empresas no están dispuestas a gastar dinero ni para formar a sus trabajadores ni para ofrecerles salarios adecuados a sus conocimientos y talento.

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Sobre la firma

Thiago Ferrer Morini
(São Paulo, 1981) Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Complutense de Madrid. En EL PAÍS desde 2012.

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