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Los ingresos de las familias retroceden al nivel más bajo de la crisis

La renta de los hogares encoge un 1,9% anual en el tercer trimestre, hasta los 168.000 millones El paro y la congelación salarial achican la renta familiar, y la caída del consumo se modera El ahorro de los hogares vuelve a bajar en el tercer trimestre al 10,5% de la renta disponible

Alejandro Bolaños
Un hombre retira dinero de un cajero automático.
Un hombre retira dinero de un cajero automático.EFE

En el tramo final de 2013, las rentas familiares se recuperaron algo, aunque solo sea porque los funcionarios esta vez sí cobraron la paga extra. Y el consumo de los hogares empieza a salir a flote. O, al menos, esa es la primera conclusión de las principales empresas comerciales tras la campaña navideña. Pero hasta el tercer trimestre de 2013, la historia que cuentan las estadísticas oficiales es la de economías familiares en crisis profunda. Los ingresos primarios de los hogares —salarios, remuneraciones de autónomos y profesionales y rentas de la propiedad, ya sea financiera o inmobiliaria— encogieron el pasado verano un 1,9% respecto al mismo periodo de 2012, hasta situarse en 168.164 millones, el nivel más bajo desde 2005.

La disminución del empleo respecto a 2012 y la congelación salarial empujan la caída de las remuneraciones de los asalariados, principal factor detras del descenso global de los ingresos familiares. Según las cuentas trimestrales que publicó ayer el INE, el saldo del pago de impuestos y cotizaciones, y del cobro de prestaciones sociales y otras transferencias corrientes arrojan una renta bruta disponible familiar de 162.521 millones (un 1,6% menos en tasa anual).

La recuperación del consumo se atisba en las ventas internas de las grandes empresas

El consumo de los hogares también bajó, pero lo hizo en una proporción menor (un 0,4% anual). La combinación con el descenso de la renta disponible arroja la menor tasa de ahorro de la crisis en un tercer trimestre (un 9,2% de la renta disponible), un dato con una lectura marcadamente recesiva: el ahorro baja (un 9%, hasta los 14.932 millones) porque las familias tienen mucho menos recursos, no porque gasten más. Si el cálculo se extiende al último año, la tasa de ahorro se sitúa en el 10,5%, una proporción también muy baja.

Pese al exiguo nivel de los ingresos familiares, la salida de la recesión, la expectativa de que se deje de destruir empleo y la paga extra de los funcionarios empiezan a operar sobre el consumo.Según datos difundidos ayer por la Agencia Tributaria, en noviembre de 2013 las grandes empresas (facturan más de seis millones anuales), vendieron en el mercado español un 0,3% más que un año antes. Es el primer incremento anual en ventas internas de las grandes empresas desde mediados de 2010; con la excepción de septiembre pasado, un dato distorsionado por la entrada en vigor de la subida del IVA en septiembre de 2012. Solo el retroceso en las exportaciones por la apreciación del euro impidió que las ventas totales de las grandes empresas subieran en noviembre.

En 2013, la economía española dejó de necesitar la financiación del resto del mundo

Si los hogares ahorran poco, invierten aún menos, un comportamiento también muy determinado por una economía en recesión, con altos niveles de desempleo y de endeudamiento. Como ha venido ocurriendo en el tercer trimestre en cada uno de los últimos seis años de crisis, esa diferencia entre ahorro e inversión ha hecho que las familias tengan capacidad de financiación, aunque aquí la merma de ingresos y el descenso del ahorro también se deja notar: el superávit de 4.294 millones de euros, es el menor registrado entre julio y septiembre desde 2008.

Al excedente de las familias se suma desde 2012 el de las empresas, que en el tercer trimestre se disparó hasta los 12.139 millones, la mayor capacidad de financiación en una década. El ahorro neto del sector privado se complementa con el saldo positivo de las entidades financieras (7.241 millones) para compensar sobradamente las necesidades de financiación de las Administraciones.

El resultado es que la economía española en su conjunto presenta por primera vez en muchos años capacidad de financiación, lo que le permite reducir su endeudamiento con el resto del mundo. En el tercer trimestre, el saldo positivo fue de 5.785 millones, el doble que en el mismo periodo del año anterior. Como concluye la nota del INE, entre enero y septiembre, "la economía nacional acumula de capacidad de financiación (8026 millones, el 1,1% del PIB generado en ese periodo) por primera vez en la serie disponible".

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