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El cambio de compañía móvil en un día dificultará las mejores contraofertas

Los abonados tendrán más difícil usar las falsas portabilidades para obtener un móvil nuevo o atractivas tarifas.- El cliente tendrá que negociar ahora aumentar el plazo con su operadora

¿Quiere el último iPhone pero no tiene los suficientes puntos para que su compañía se lo ofrezca a un módico precio? ¿Le ofrecen a su vecino como nuevo cliente mejores tarifas que a usted que lleva toda la vida en la operadora? Hasta ahora el cliente tenía un arma poderosa aunque no siempre infalible para pararle los pies a su compañía: amenazar con cambiarse a otra operadora mediante el mecanismo de la portabilidad, conservando el número y completamente gratis.

Pero esa baza puede estar a punto de tener su fin o, al menos, de verse bastante disminuida. El Consejo de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) ha aprobado hoy los nuevos plazos para que las compañías realicen la portabilidad obligatoria. A partir del 1 de junio de 2012, el plazo se reducirá de las actuales cuatro jornadas laborables a una. Lo peor es que también se reduce el tiempo que tiene el cliente para cancelar su petición de cambio de compañía. Actualmente, el abonado tenía hasta dos días y medio para arrepentirse. Con los nuevos plazos, la petición de anulación podrá hacerse hasta las dos del tarde del día anterior al que se realice el cambio, lo que en la práctica significa que el cliente dispondrá de medio día o un día hábil para cancelar el cambio dependiendo de si hizo la solicitud por la mañana o por la tarde.

Para mayor poner las cosas más difíciles, a partir de ahora solo se podrá pedir al nuevo operador (receptor) la cancelación de la portabilidad, y no como actualmente que se puede hacer tanto a través del operador receptor como de la compañía de la que se quiere ir el usuario (donante).

Así que lo que en apariencia es un derecho para el consumidor, que proviene de los acuerdos contenidos en el Paquete Telecom promovido por la Comisión Europea, puede convertirse en un perjuicio. Y es que el fenómeno de las portabilidades falsas no es baladí. Aunque no existen cifras oficiales, en una entrada del blog de la CMT de noviembre pasado, estimaba que alrededor de un 40% de las peticiones de portabilidad se cancelan. Y solo el año pasado la cifra de líneas portadas ascendió a 4,8 millones en telefonía móvil, a una media de 400.000 al mes.

No obstante, no todo está perdido para el sufrido usuario del móvil. La CMT le ha dejado una bala en la recámara en la letra pequeña de la resolución aprobada hoy. La portabilidad en un día es un derecho para el usuario, no una obligación. Así que el abonado siempre puede solicitar a la nueva operadora aumentar el plazo -con el límite de un mes como máximo- para que su portabilidad se realice más tarde.

Con todo, hay que tener cuidado a la hora de utilizar la portabilidad falsa o el amago de portabilidad,como también se le conoce, a la hora de intentar mejorar las condiciones con la compañía de móvilo conseguir un nuevo terminal. En primer lugar, porque ellas son las primeras interesadas en conservar a los buenos clientes y deshacerse de los peores. Y utilizan baremos de consumo histórico, por ejemplo, a la hora de contraoferta. Si el cliente no tiene una elevada factura o presenta problemas de pago, le dejará libre sin más miramientos.

En segundo lugar, porque muchos abonados están sujetos a compromisos de permanencia (de 18 ó 24 meses habitualmente), que firmaron cuando les dieron un móvil subvencionado o en virtud de mejores tarifas. Así que las cláusulas de permanencia pueden estar asociadas tanto a la línea de móvil como al terminal. Es decir, que aunque únicamente se quiera llevar la tarjeta SIM y no interese un teléfono móvil subvencionado, puede que esa SIM también tenga permanencia. Si se cambian de compañía, tienen que pagar una penalización en ambos casos.

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