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La investigación de Nueva Rumasa sólo conoce a 900 inversores

La familia Ruiz-Mateos cifra en 5.000 los acreedores que se hicieron con deuda del grupo empresarial

Fuentes cercanas a la investigación sobre los pagarés de Nueva Rumasa han indicado a Efeagro que sólo se conocen los datos de cerca de 900 de los 5.000 supuestos inversores que la familia Ruiz-Mateos asegura que ha captado con sus diferentes emisiones. Las fuentes detallaron que, salvo que se revelen nuevos nombres, de las tres primeras emisiones de pagarés realizadas, Carcesa, Hibramer y Maspalomas Hoteles, la primera es la que concentra el mayor número de inversores.

Según los datos disponibles, algunos de los suscriptores de las emisiones de pagarés de esas tres empresas repiten con más de una inversión, mientras que los hay que la comparten con otros.

Por importes, hay particulares que han suscrito el mínimo de 50.000 euros y otros que acumulan inversiones en pagarés por casi tres millones de euros, agrega.

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Por su parte, fuentes de Nueva Rumasa subrayaron a Efeagro que "el contrato con los inversores es privado y que ellos no han facilitado ningún listado, por lo que desconocen de dónde sacan la cifra de 900 inversores".

La denuncia que la Agencia Tributaria remitió a la Fiscalía Anticorrupción en marzo de 2010 en relación con Nueva Rumasa se centraba, fundamentalmente, en temas tributarios, si bien dicha Fiscalía era consciente de que existían varios procedimientos abiertos de investigación en distintos juzgados españoles contra empresas del grupo.

Según las mismas fuentes, la Fiscalía quiere analizar qué está sucediendo con los pagarés corporativos de Nueva Rumasa, por lo que, meses después de la denuncia de la Agencia Tributaria, se ha decidido que la investigación se dirija hacia estas emisiones y a la solvencia de las entidades emisoras para determinar si van a poder hacer frente a esas obligaciones.

De esta forma, precisaron las fuentes, seguirán su curso los distintos procedimientos contra empresas de Nueva Rumasa por temas tributarios abiertos en distintos juzgados de España. Nueva Rumasa ha afirmado que son 5.000 los inversores que han captado desde que el 23 de febrero de 2009 hicieron la primera de las emisiones de pagarés (Carcesa); a esta, les siguieron meses después la de Hibramer y la de Maspalomas Hoteles. La cuarta de las emisiones, correspondiente a la empresa José María Ruiz-Mateos, se canceló anticipadamente debido al cambio que se produjo en la Ley del Mercado de Valores que obligaba a contratar los servicios de un intermediario autorizado para poder comercializar este tipo de productos. Durante el periodo en el que Nueva Rumasa publicitó sus emisiones de pagarés, la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) realizó hasta siete advertencias a los potenciales inversores en las que explicó que Nueva Rumasa no era un grupo de empresas como tal, ni un "holding", y que por ello sólo las sociedades emisoras de los pagarés tenían que responden ante el inversor.

Además de recomendarles que pidieran datos financieros a la compañía, la CNMV también advirtió sobre las garantías ofrecidas en algunos de los pagarés -en concreto, el brandy de Jerez- que no se había constituido lo inscrito en el Registro de Bienes Muebles ninguna garantía. Es decir, que no se habían puesto como prenda las botellas de brandy de Jerez que suponían, según la publicidad de Nueva Rumasa, "un tesoro de valor incalculable".

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