CAM espera que la fusión fría esté lista antes de final de año

Caja Mediterráneo (CAM) confía en que la constitución jurídica del nuevo grupo que nacerá de la alianza con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, esté concluida antes del 31 de diciembre de este año. Así lo han explicado esta mañana el presidente de la caja alicantina, Modesto Crespo, y el director general de la entidad, Roberto López, en rueda de prensa en Alicante. Tras la misma, los dirigentes de la caja fueron recibidos por el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps.

Crespo ha afirmado que se va a proponer al Banco de España que las cuotas participativas se puedan mantener y que incluso exista la posibilidad de que coexistan las participaciones con y sin derechos políticos. El Sistema Institucional de Protección (SIP) formado por esas cajas, que supondrá la creación del tercer grupo del sector de las cajas y el quinto del sistema financiero, pedirá al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) alrededor de 1.600 millones de euros, "no porque sean necesarios" sino porque existe la posibilidad de tenerlos, según Crespo, que ha agregado que los activos de las cuatro cajas son suficientes para afrontar la situación actual.

Ha precisado que las nuevas normas de Basilea III exigen un core capital -nivel de capital de mayor calidad- que las cajas integradas en el SIP prácticamente ya cumplen, al situarse en un ratio del 7,5% frente al 8% exigido.

El consejo de administración del nuevo grupo estará formado por doce consejeros, cuatro de la CAM, otros dos de Cajastur, dos de Caja Extremadura y otros dos a propuesta de Caja Cantabria, ha confirmado Crespo, quien ha asegurado que se pedirá una nueva ficha bancaria al Banco de España. Los integrantes de la operación firmaron el protocolo de fusión por el que pactaron la división del territorio, de forma que las cuatro entidades respetan los "territorios históricos de las demás".

En el caso de la CAM, sus territorios históricos serían la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares, donde las restantes entidades no podrán abrir oficinas y si las tuvieran deberían cambiar el nombre al de CAM. En los territorios no históricos -el ejemplo más claro es Madrid- las oficinas operarán con el nombre de la nueva entidad.

La CAM tiene 71 oficinas en Madrid, una en Asturias, cinco en Cantabria y cinco en Extremadura.