Las protestas de los trabajadores del metal colapsan Vigo

Miles de trabajadores del sector del metal, a los que se han unido los de los grandes astilleros, han bloqueado las grandes arterias de Vigo en protesta por su situación laboral. En esta ocasión, a los trabajadores del metal, que reclaman un nuevo convenio colectivo, se han sumado los de los grandes astilleros de la ría.

La tercera jornada de huelga indefinida del sector del metal en la provincia de Pontevedra está colapsando, de nuevo, el casco urbano de Vigo con manifestantes que bloquean los accesos al puerto, autopistas y a los túneles de Beiramar y Areal.

A las 10 horas, el colapso en el casco urbano era total. Los trabajadores han bloqueado las salidas por las autopistas, los túneles y los cinturones que dan acceso al puerto. Los trabajadores advierten además de que cortarán los accesos a la factoría de Citroën.

El centro de Vigo se ha mantenido durante la mañana tomado por agentes de la Policía Nacional a los que se han unido efectivos de A Coruña y Madrid. A su paso, la marcha ha dejado una estela de petardos, contenedores volcados y algunos fuegos. Los sindicatos han anunciado que las movilizaciones continuarán y que esta mañana promoverán otra huelga que, desde la semana que viene, podría afectar a más de 40.000 trabajadores.

Huelga General el 11 de mayo

Los trabajadores salieron de sus centros de trabajo en dirección a la Plaza do Rei, frente al Ayuntamiento de Vigo, donde se reunieron a las 11.30 en una nueva asamblea en la que los delegados sindicales informaron que hoy entregaron la convocatoria de huelga general para el próximo 11 de mayo. A este respecto, los sindicatos realizaron un llamamiento para que se sumen a esa jornada de huelga general en el sector del metal los trabajadores de otras empresas que cuentan con convenio colectivo propio y en particular hicieron en llamamiento a las plantillas de Citroën.

Durante el trayecto de más de tres kilómetros que separa el Ayuntamiento de Vigo de la planta de Citroën, los trabajadores repartieron a los ciudadanos un panfleto en el que explican su situación de precariedad debido al modelo de contratación temporal y las jornadas "abusivas", ante lo que solicitan su "comprensión y solidaridad".

Antes de que se disolviesen las manifestaciones, minutos antes de las 15.00 horas, los sindicatos explicaron que la decisión de marchar hasta la planta de Citroën responde a que pretenden hacer ver a otras grandes empresas que lo que ocurre en el sector del metal también les puede afectar. Además, reclamaron a sus trabajadores que se solidaricen con la huelga general convocada a partir del 11 de mayo para que compartan sus demandas.

Bloqueados los accesos a la factoría Citröen

Los aproximadamente 15.000 trabajadores del sector del metal que se lanzaron a las calles se dirigieron al entorno de la planta de Citroën en Vigo, donde bloquearon los accesos a la factoría en medio de un fuerte dispositivo policial para escoltar a los empleados del complejo industrial.

El momento de mayor tensión se vivió cuando los manifestantes arrojaron huevos y objetos como botellas de plástico o conos de señalización a los trabajadores de Citroën que abandonaban la planta tras acabar su turno de trabajo y a los que pretendían acceder para incorporarse a sus puestos de trabajo, mientras que recibían insultos como "esquiroles".

Un total de 12 unidades de intervención policial y más de 40 agentes tuvieron que escoltar a los trabajadores que entraban y salían de Citroën a pie, ya que las calzadas de acceso a la factoría a través de la Avenida de Citroën y de las inmediaciones del estadio municipal de Balaídos estaban cortadas con contenedores, vallas de obras y piquetes. Las protestas de los trabajadores del sector del metal, en su tercera jornada de huelga, consiguieron retrasar nuevamente la entrada a Citroën del turno de las 14.00 horas, al igual que ya ocurrió durante la jornada de ayer.