_
_
_
_
_

Un gestor de fangos en paradero desconocido

El fraude en Emarsa, que ya supera los 25 millones de euros, fue consecuencia de una asombrosa variedad de facturaciones por trabajos no ejecutados o de sobrecostes exageradísimos. Sin embargo, es en la gestión de lodos, su transporte, tratamiento y aplicación agrícola, donde el desfalco alcanzó volúmenes más notables. El juez Vicente Ríos describió lo ocurrido en un auto del pasado 30 de enero, en el que fijaba fianzas de 25 millones a los principales imputados, el exalcalde de Manises y exvicepresidente de la Diputación de Valencia, Enrique Crespo, y el exgerente, Esteban Cuesta.

Entre 2005 y 2010, sociedades administradas por Jorge Ignacio Roca Samper "fueron colocadas de manera interpuesta entre la empresa al parecer prestadora del servicio de gestión de lodos hasta el mes de febrero de 2009, Adobs Orgànics, SL, y Emarsa", explica el juez, "con la finalidad de incrementar artificiosamente el valor de los trabajos realizados". Luego, otra empresa de Roca Samper siguió facturando hasta 2010 a Emarsa "sin que exista justificación de que le prestara servicio alguno". Así se defraudaron al menos 11 millones euros. Roca Samper está en paradero desconocido y el juez Ríos ha emitido una orden de búsqueda internacional para hacerlo comparecer como imputado.

Por otra parte, la empresa Notec, Sl empezó a intervenir en 2006 y 2007 "de manera indirecta en la trama", según explica el juez. Facturaba a empresas de Roca Samper por un supuesto control de Adobs Orgànics, la empresa que efectuaba en realidad la gestión de lodos en Pinedo. Después, en 2008 y 2009 pasó a actuar por su cuenta. "Ha aprendido perfectamente a facturar y ya no necesita realizar ningún control, factura directamente al igual que lo han hecho en ejercicios anteriores las empresas administradas por Roca Samper", dice el juez. Finalmente, Notec creó otra empresa con la esposa del jefe ambiental de Emarsa, también imputado, que acabó facturando directamente a la depuradora de Pinedo. Ese fraude es de unos 2,7 millones de euros.

La entidad de saneamiento de la Generalitat, sin embargo, considera que lo que se pagaba en Emarsa por tratar los lodos era incluso un ahorro.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_