Europa convulsa
La Comisión Europea ha arrojado una luz nada favorecedora sobre Hungría y el Gobierno del primer ministro conservador Viktor Orbán al abrir un expediente "para que las autoridades húngaras hagan los cambios necesarios para garantizar el respecto al derecho comunitario" en su Constitución y en las leyes que la desarrollan.
De entre todas las reformas llevadas a cabo por el Gobierno húngaro, una de las más polémicas es la que afecta al poder judicial. Para el Gobierno, estas medidas son claves para modernizar el país y agilizar el funcionamiento de la justicia. Para los críticos, se trata de un golpe a uno de los pilares de la democracia y la erosión de su independencia.
Tragedia en Italia
Se trata ya de una tragedia en directo, contada por entregas, con unos decorados fascinantes -un buque de pasajeros roto en medio del paraíso que es Toscana-, un malo rotundo, el ya famoso capitán Francesco Schettino, y unos diálogos insuperables como el que, a la 1.46 de la madrugada del sábado, sostienen el protagonista y el comandante De Falco.
El casco del Costa Concordia devolvió ayer otros cinco cuerpos, con lo que ya asciende a 11 el número de las víctimas del naufragio del crucero italiano. Se trata de un balance aún aproximado: la lista de los desaparecidos es "poco precisa", según admitió el mismo Comando general de las Capitanías italianas.
Decenas de pasajeros del Costa Concordia aguardan en fila a ser evacuados tras escorarse el buque por estribor, en una imagen captada con una cámara de rayos infrarrojos.
El fiscal italiano que ha ordenado la detención del capitán del crucero Costa Concordia habló el sábado de maniobra torpe. "Una maniobra que no se debía haber hecho en absoluto", remató. Se ha hablado de saludo, de "reverencia", de favor a un miembro de la tripulación vecino de isla de Giglio.
El candidato republicano Mitt Romney, quien, de ganar las elecciones, se convertiría en el mayor millonario en llegar a la Casa Blanca, admitió ayer que "probablemente" solo paga un 15% de impuestos, menos de la mitad que los ciudadanos corrientes que viven de un salario.
Desde la ciudad de Cajamarca, al norte de Perú, se tardan unas tres horas en un todoterreno por un espectacular paisaje de montaña hasta llegar a conocer a alguien como José Jesús Chacón, en un lugar llamado Quinuapampa. Tiene 66 años, un hijo de 40, tres nietos sobre la veintena y la piel curtida por unas condiciones de vida extremas, a más de 3.000 metros de altitud.