_
_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Una coreografía brillante y caótica

La tan socorrida generalización que sanciona el cine espectáculo facturado en Hollywood durante los últimos años como previsible y seco de ideas suele pasar por alto la letra pequeña de todo el asunto: que, poco a poco, también ha ido infiltrándose entre sus efectivos una nueva generación capaz de inyectar autoconciencia, sensibilidad contemporánea y espíritu algo insumiso en algunos de sus modelos genéricos. Es el caso de cineastas como Todd Phillips, Adam McKay o Ruben Fleischer, que, tras debutar con la enérgica y sorprendente Bienvenidos a Zombieland (2009), ahora se prueba en la comedia (negra) de acción con la concisa y acelerada 30 minutos o menos.

La película de Fleischer parece asumir, desde su mismo arranque, su transparente condición de divertimento autocombustible y su trama quizá no resista el examen de un escrupuloso doctor de guion con fijación por la lógica narrativa y el crecimiento (moral) de los personajes. El gran logro de 30 minutos o menos es que todo eso acabe importando bien poco: el conjunto adopta la forma de una coreografía caótica, con ecos del Elmore Leonard más lúdico, protagonizada por tres parejas cómicas de dispar condición -un repartidor de pizzas loser y su mejor amigo, un vocacional (y patético) chico malo y su infantilizado secuaz; y un sicario y su novia stripper- y acaba adoptando la forma de un thriller miniaturizado en clave de farsa punk por una tribu de jíbaros en pleno abandono dionisiaco.

30 MINUTOS O MENOS

Dirección: Ruben Fleischer.

Intérpretes: Jesse Eisenberg, Danny McBride, Michael Peña, Fred Ward, Aziz Ansari, Nick Swardson.

Género: comedia. EE UU, 2011.

Duración: 83 minutos.

La película asume su condición de divertimento autocombustible

Las puntuales referencias sobre las sagas de Arma letal y Viernes 13 que aparecen en la película quizá sean, como el cameo de Bill Murray en Bienvenidos a Zombieland, toda una declaración de principios: en plena era de la reivindicación nostálgica del cine de consumo de los ochenta, Fleischer parece consciente de que ese esplendor ya solo puede ser recreado como material de derribo... o punto de referencia para que los personajes encarnados por Jesse Eisenberg y Danny McBride encarnen una distancia insalvable con, pongamos por caso, Martin Riggs y Jason Voorhes. Por favor, maten a mi mujer (1986) de Zucker, Abrahams y Zucker haría buena compañía a esta película en sesión doble.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_