Red Bull no será ya tan superior
Poco después de bajarse del coche como campeón del mundo por segundo año consecutivo, Sebastian Vettel afirmó que el coche del año pasado todavía les daba más margen de ventaja que el actual respecto a sus rivales. Y se despachó a gusto al afirmar que si no habían ganado con mucha más diferencia de puntos fue por sus propios errores, los de su compañero de equipo, Mark Webber, y los de la propia escudería. Y está en lo cierto. Vettel ganó el año pasado de una forma rocambolesca en una última carrera en la que Ferrari equivocó la estrategia y condenó a Fernando Alonso. Pero esta temporada su superioridad ha sido tan brutal porque en el equipo todo se ha tranquilizado: ya no hay peleas entre los dos pilotos, cada cual sabe su papel, no hay errores estratégicos y Vettel se siente líder.
Sin embargo, tiene razón cuando afirma que el coche del año pasado era superior. Tal vez no mejor que el de esta temporada, pero sí que menos alcanzable para las demás escuderías. Adrian Newey, el director técnico de la escudería de las bebidas energéticas, volvió a hacer un gran trabajo para sublimar todos los aspectos aerodinámicos que le habían dado alas a Mark Webber en la mayoría de carreras de 2010 y el título, al final, a Vettel. Fue basándose en aquel coche que realizó el de 2011 y lo llevó a la práctica perfección.
El problema es que para el próximo año, Red Bull estará ya al límite del desarrollo de este monoplaza y mejorarlo les costará muchísimo. La cuestión que flota en el ambiente de la F-1 es clara: ¿Está este Red Bull al límite de su evolución? ¿Y a Ferrari y a McLaren les queda todavía mucho margen? Las respuestas no son concluyentes, pero hay una tendencia a pensar que Red Bull no abandonará el proyecto actual y que tratará de mejorarlo lo poco que pueda. No puede liquidar un coche que le ha dado dos títulos mundiales. Y que McLaren seguirá apostando por este mismo monoplaza, porque lo ha hecho crecer muchísimo en 2011 y tiene muchos aspectos para evolucionar en 2012. Ferrari, en cambio, ya ha anunciado que parten de un nuevo chasis y que serán radicales y agresivos de cara a la próxima temporada. Se lo jugará todo a una carta, con la ayuda de Rory Byrne, que les aportará su gran experiencia y su capacidad innovadora para intentar lograr un Ferrari ganador desde la primera carrera.
Lo que está claro es que los mínimos cambios reglamentarios para el año que viene permitirán que todo se ajuste aún más. Todos los equipos se han estudiado durante esta temporada y tanto Ferrari como McLaren se han acercado peligrosamente a Red Bull en el tramo final del año. Los británicos están ya al mismo nivel, gracias a las novedades, algunas copiadas de los rivales, que han ido incorporando a sus coches. Si Newey no se saca otro conejo de la chistera, y es difícil, nos espera un Mundial apasionante en 2012, porque Red Bull, Ferrari y McLaren estarán aún más igualados. Y es probable que a los tres se les sume la escudería Mercedes que, con la incorporación de Aldo Costa y Jeof Willis, demuestra su carácter indomable y no se resigna a ser un equipo segundón.
