Celaá recalca que las exenciones de euskera sirven a la normalización
La consejera de Educación, Isabel Celaá, y su homóloga de Cultura, Blanca Urgell, presentaron ayer en la Cámara los detalles del decreto que abrirá la puerta a la exención de tener que acreditar los niveles de euskera a quienes hayan estudiado en este idioma. Ambas ensalzaron la medida como un paso más hacia la normalización del euskera y un estímulo para esta lengua.
El decreto será aprobado a finales de este año y permitirá que quienes estudien en el modelo D (en euskera) y a la mayoría de los del B (bilingüe) no tengan que presentar títulos acreditativos de su conocimiento de esa lengua en las convocatorias de empleo público. La medida, con carácter retroactivo, se extenderá a quienes lograron su título de Secundaria, FP o superiores después del 16 de abril de 2008.
La norma que evita acreditar el nivel de conocimiento estará lista antes de 2012
Quienes hayan cursado más de la mitad de las horas de Secundaria en euskera y hayan aprobado la asignatura de lengua y literatura vasca, recibirán el equivalente al B1 -el PL1 de la Administración-. Lo mismo ocurrirá con los estudiantes de FP de grado medio.
A quienes finalicen Bachillerato con la mitad de las horas en euskera, se les eximirá de acreditar en un examen el nivel B2 -el PL1 de Educación-. En la universidad, dependerá del número de créditos estudiados en esta lengua o de si se ha hecho el proyecto de fin de carrera en euskera.
El responsable del Isei-Ivei, Francisco Luna, los estudios de este órgano estadístico de Educación apuntan a que los estudiantes alcanzan el nivel B1 cuatro años y ocho meses antes de llegar a cuarto de Secundaria. En el caso del B2, los estudios del Isei-Ivei apuntan que los alumnos de Bachillerato alcanzan ese nivel dos años antes de acabarlo.
Con estas cifras, el Gobierno recibió el aplauso casi unánime de los grupos parlamentarios. El más crítico fue Aralar, que, por boca de Mikel Basabe, exigió que la exención en el nivel B1 -Secundaria- se limite al modelo D.
El PNV se limitó a recordar que el decreto continúa la labor del tripartito. Celaá reconoció en ese sentido el trabajo del anterior viceconsejero de Política Lingüística, Patxi Baztarrika. PSE y PP alabaron la medida.
Unos 9.250 de los 37.000 alumnos del HABE tiene entre 16 y 25 años. De ellos muchos podrían beneficiarse del efecto retroactivo de la medida, ya que el modelo D es mayoritario en Euskadi, aunque, según explicó la viceconsejera de Política Lingüística, Lurdes Auzmendi, en las últimas convocatorias a los exámenes no se ha percibido aún una caída de candidatos.
