Mas y Blanco polemizan por las inversiones en infraestructuras en Cataluña
Los dueños de la terminal obtienen un crédito de 280 millones de euros
La tensión política de esta semana entre Barcelona y Madrid también pasó ayer al plano de las infraestructuras. Durante una visita oficial a las obras de la nueva terminal de contenedores del puerto de Barcelona, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, acusó a los Gobiernos centrales del PP y el PSOE de "tirar dinero" e invertirlo en "lujos" como líneas del AVE que "no llevan a nadie", haciendo referencia a la línea de alta velocidad de Castilla-La Mancha.
Mas criticó "el déficit de infraestructuras y comunicaciones" que tiene Cataluña y aseguró: "La salida de la crisis pasa por invertir en la industria y logística catalana". Tanto el presidente de la Generalitat como los alcaldes de Barcelona, Xavier Trias (CiU), y de El Prat, Lluís Tejedor (ICV-EUiA), solicitaron una vez más al Ministerio de Fomento que "priorice" las conexiones ferroviarias y viales de la nueva terminal, que aún no tienen fecha por parte del Ministerio de Fomento. Según el grupo chino Hutchinson, que construye la infraestructura, la obra estará terminada en junio del próximo año. Cuando se terminen las dos fases llegará a transportar 2,6 millones de contenedores anualmente. "No es posible que una infraestructura como esta, planeada hace 18 años, carezca de la conexión para sacar las mercancías", se quejó Tejedor.
Desde Madrid, el ministro de Fomento, José Blanco, aseguró que en Cataluña se han invertido 14.000 millones en los últimos siete años. "Es una inversión extraordinaria, la primera del Estado", aseguró el también portavoz del Gobierno.Durante su intervención, frente a más de un centenar de invitados, el presidente Mas retomó la idea de Cataluña como la locomotora económica. "Si queremos que la economía española remonte, es necesario apostar por inversiones como la de la nueva terminal de contenedores, que son las que generan riqueza".
Blanco volvió a ofrecer a Mas que recurra a la disposición adicional del Estatuto de Cataluña para construir los accesos, cuyas obras se calculan en unos 400 millones de euros. Según Blanco, sería "muy razonable" que la Generalitat aceptase esta vía de financiación si "considera los accesos prioritarios".
Tanto Mas como el presidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona, Sixte Cambra, se comprometieron con el director general para Europa Central de Hutchinson, Clemence Cheng, a que la terminal contará con una salida para llevar las mercancías al resto de la península Ibérica y al sur de Europa. Mas, en un arrebato de su conocido espíritu business-friendly, dijo en perfecto inglés al representante de Hutchinson: "Mr. Cheng, call me if you have a problem" (llámame si tienes algún problema). La hospitalidad de Mas no es novedad. En octubre del año pasado le hizo el mismo ofrecimiento a la actriz Scarlett Johansson. Eso sí, si resultaba elegido governor (presidente).
En julio pasado, después de una complicada negociación, el Puerto, la Zona Franca, la Generalitat, Fomento y el Ayuntamiento de Barcelona llegaron a un acuerdo para construir un paso provisional para las mercancías de la terminal. El proyecto costará entre unos 10 y 12 millones de euros. Cambra explicó que entre los años 2000 y 2014 el Puerto recibirá una inversión total de 4.000 millones de euros. "La inversión que hace Hutchinson en el puerto es la más grande que se realiza con dinero chino en España", recordó. La entrada en funcionamiento de la terminal elevará la capacidad del puerto a 5,5 millones de TEU (contenedores) al año.
Clemence Cheng, por su parte, reveló que ayer se firmó un acuerdo de financiación por 280 millones de euros. Aunque no reveló las entidades bancarias involucradas en la operación, se refirió al préstamo como una "muestra de confianza en el proyecto, a pesar de la situación financiera mundial".
Este dinero se invertirá en la primera fase del proyecto, que contará con un muelle de 1.500 metros, ocho grúas para descargar y otras 36, semiautomáticas, para apilar los TEU. Recibirá barcos de hasta 16,5 metros de calado y funcionará las 24 horas del día. En la segunda fase, que se iniciará en 2013, se ganarán 600 metros de muelle y se podrán recibir barcos aún más grandes, de 18.5 metros.
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