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Entrevista:JAVIER TARGHETTA | Consejero delegado de Atlantic Copper

"China es la responsable de la subida del cobre"

Javier Targhetta, consejero delegado de Atlantic Copper, la fundidora española de cobre filial de la multinacional Freeport-McMoRan Copper & Gold, está convencido de que el cobre tiene un futuro brillante. Según él, en los próximos 10 años se consumirá más de este metal que en toda la historia de la humanidad. Ello contribuye a explicar las recientes alzas del precio y el afán con que se buscan nuevos yacimientos.

No todo el cobre que se arranca de las entrañas de la tierra (cada vez en mayor cantidad y a mayores profundidades) irá a alimentar la voraz máquina industrial china. Incluso en Europa la historia del cobre tiene aún muchos capítulos pendientes, que se escribirán de la mano de las energías renovables, el coche eléctrico o los nuevos usos del metal en la sanidad. Todo lo cual explica la apuesta del grupo estadounidense por Atlantic Copper, a la que ha convertido, en plena Andalucía, en una de las fundidoras más eficientes del mundo.

"Hay disponibilidad suficiente de minerales en el mundo"
"Los coches eléctricos llevarán el doble de cobre que los tradicionales"
"2010 fue un año récord en consumo, producción y precios"
"Va a haber una demanda muy robusta en los próximos años"

Pregunta. ¿Cómo está el sector del cobre a nivel mundial?

Respuesta. Espléndidamente. Excepto durante unos seis meses, entre octubre de 2008 y marzo de 2009, en que el precio del cobre bajó de forma abrupta, no hemos sufrido con la crisis. Luego se recuperó a buen ritmo, y 2010 fue para nosotros un año récord en producción, consumo, precios y, en suma, resultados. Y 2011 va en la misma línea. El primer trimestre ha sido excelente.

P. ¿Atribuiría usted el alza de los precios del cobre a la fuerte demanda o tiene algo que ver con la especulación?

R. La razón está básicamente en China -y en menor escala India-, que ha estado creciendo estos últimos 10 años a tasas de dos dígitos. Ese crecimiento ha beneficiado, por supuesto, a todas las materias primas, y también al cobre, un metal muy ligado al crecimiento económico, lo que explica que China absorba casi el 40% de la producción mundial.

P. ¿No tiene entonces la especulación nada que ver con estos movimientos?

R. Influye en el corto plazo, en el que se dan altibajos momentáneos provocados por las entradas y salidas de fondos, y que en la realidad nos preocupan poco. Lo que nos interesa son los datos fundamentales a largo plazo, y estos son muy sólidos. Va a haber una demanda muy robusta de cobre en los próximos años. Solo un dato. Pese a que el consumo de cobre ha crecido el 100% en los últimos 20 años, se calcula que en los próximos 10 se consumirá tanto como en toda la historia de la humanidad.

P. De momento, las alzas de precios parecen haberse detenido. ¿Cree que China va a seguir tirando de ese carro?

R. No tengo la menor duda. Aun cuando pueda tratar de enfriar un poco el crecimiento, el Gobierno chino estima que al país le hace falta crecer al 8% para absorber la población que llega al mercado laboral y mantener el orden social. Creo que el fenómeno de la influencia de China -e India- en la demanda de cobre va a proseguir durante algunas décadas.

P. ¿Y eso por qué?

R. Básicamente, porque el cobre está muy ligado a sectores como las telecomunicaciones o la electricidad, que están disparados, especialmente en estos gigantes emergentes. India, por poner un ejemplo, terminará el año que viene un plan por el que instalará 100.000 megavatios nuevos, equivalente a toda la potencia instalada en España.

P. ¿Significa eso que Europa y EE UU aportarán poco a la demanda?

R. Tanto en EE UU como en Europa, la demanda crecerá poco. Las infraestructuras están muy completadas, y la producción industrial tampoco crece mucho. Pero en Asia hay mucho por hacer. Otro ejemplo, de nuevo con India como escenario: en el mismo periodo que mencionaba antes se está desarrollando un plan consistente en construir 70 millones de viviendas, lo que explica que el consumo en este país venga creciendo al 15% al año en los últimos cinco años.

P. ¿No revelarían, en su opinión, los altos precios actuales un cierto temor a un posible agotamiento de los recursos?

R. No. Hay disponibilidad suficiente de minerales en el mundo. Es cierto que ya es difícil encontrar minas grandes en las ubicaciones mineras tradicionales, que los nuevos sitios están en ubicaciones remotas y que los permisos de explotación se han endurecido algo por razones políticas o medioambientales, pero hay mucho campo en la ampliación de las minas existentes. Hay reservas de cobre suficientes. No va a haber problemas de suministro.

P. ¿Están ustedes en condiciones de aumentar su producción y de contener los precios a límites razonables?

R. Es lo que estamos haciendo. En los próximos años, en Freeport-McMoran invertiremos más de 5.000 millones de dólares en aumentar la producción desde el millón y medio de toneladas anuales hasta los dos millones y medio.

P. ¿Dónde irán a parar esas inversiones?

R. A todo el mundo. Nuestros grandes proyectos de ampliación estarán en el sur de Perú, la mina Cerro Verde en Arizona (EE UU), en Congo o en Indonesia. En este país hemos empezado en 2005 la transformación de una mina a cielo abierto en subterránea, un proyecto que habrá supuesto una inversión total de unos 10.000 millones de dólares cuando esté completado. Cuando lo terminemos, en 2016, tendremos cinco yacimientos distintos con una infraestructura común.

P. ¿Qué papel desempeña la filial española de Freeport?

R. Es nuestra única fundición en Europa, la que suministra productos transformados a los mercados de la zona, en especial al sur y este de Europa y al norte de África. Atlantic Copper es una de las mayores empresas de Andalucía, con 500 trabajadores fijos y otros 300 subcontratados de forma permanente y cerca de 2.000 millones de euros de facturación anual.

P. ¿Afirmaría usted que el futuro de Atlantic Copper está despejado?

R. Sin duda, igual que el del cobre. Pese a que en Europa su uso no aumentará tanto como ocurre ahora en Asia o Latinoamérica, el cobre tendrá muchas nuevas utilizaciones, por ejemplo, en la generación de energía eólica (que requiere cinco veces más cobre por megavatio instalado que en otras formas tradicionales de generación) o en el coche eléctrico, que llevará el doble de cobre que los vehículos tradicionales. Por no hablar de que se están descubriendo nuevos usos: sus propiedades antimicrobianas (menor riesgo de infección) lo harán cada vez más utilizado en todas las superficies de contacto en los hospitales. El cobre es un material sostenible, es infinitamente reciclable sin perder ninguna de sus propiedades, contribuye al ahorro energético por su gran conductividad, contribuye a la salud del ser humano. El cobre tiene un gran futuro.

Javier Targhetta, consejero delegado de Atlantic Copper, cree que el cobre tiene "un gran futuro".
Javier Targhetta, consejero delegado de Atlantic Copper, cree que el cobre tiene "un gran futuro".

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