Larga vida a Bernstein
La gloria estadounidense a la batuta tiene nombre: Leonard Bernstein. El director y compositor de operetas-musicales como West Side story demostró que no hace falta nacer en Europa para entrar en la historia. El festival veraniego de San Lorenzo de El Escorial ha tenido el acierto de programar para el viernes y el domingo su opereta Candide. En esta ocasión, con el tremendo aliciente que supone escucharla por primera vez en español. Candide llega de la mano de unos desafiantes Joven Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, que no dejan de plantearse retos y de hacer ver que tras los atriles no se pone cualquiera.
La obertura de esta opereta -una fanfarria soberbia- es el símbolo de un Bernstein eterno: cada año, la Filarmónica de Nueva York la interpreta sin director para recordarlo. Su trama es la de un hombre optimista hasta la médula que conoce los horrores del hombre y se recluye en Venecia. Sus últimas palabras: "Y antes de morir tratemos de dar sentido a esta vida. No somos sabios ni buenos: hagámoslo lo mejor que sepamos".
