Zapatero, calentó ayer los motores sobre la proclamación mañana por el Comité Federal del PSOE del vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, como candidato a La Moncloa. Zapatero no solo calificó de "importante" la jornada sino que le otorgó un "gran valor" al discurso que Rubalcaba pronunciará, y en el que presentará "su proyecto para el país".
El ministro de Fomento, José Blanco, profundizó ayer en su mensaje de buscar nuevas fórmulas para pagar el mantenimiento de las infraestructuras españolas. Durante una visita a Girona, abordó el espinoso asunto de las tasas aeroportuarias.
Hace 14 años, Eneko Gogeaskoetxea formó parte del comando que trató de matar al Rey en la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao, en 1997. Siguiendo órdenes de la dirigente del comando Vizcaya Soledad Iparraguirre preparó tres jardineras con granadas y fue a colocarlas al lado del museo con otro miembro del comando, Kepa Arronategi.
El líder indiscutible de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi apostó ayer, en el turno de última palabra del juicio por el caso Bateragune, por un "escenario de cese definitivo de la violencia armada y por el desmantelamiento de las estructuras militares" de ETA.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha vuelto a quedar expuesta ante un micrófono. "He visto que te vas a gastar 25 o 35 millones de euros... Viene en el periódico. Menos mal que tenéis dinero, qué suerte tenéis. Nosotros no tenemos ni un puto duro", le reprochó ayer al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.
Son el grupo más pequeño, pero tenían la llave del Gobierno de Extremadura. Y por eso todos los ojos estaban puestos en los tres diputados de Izquierda Unida. Pedro Escobar, el coordinador, que apostó internamente por apoyar la investidura del PSOE, parece haber asumido poco a poco la decisión de dejar paso al PP, que tomó forzado por sus bases.
La Sala Especial del 61 del Tribunal Supremo subraya en una resolución notificada ayer que los cinco magistrados recusados por el juez Baltasar Garzón para juzgarle por su investigación de los crímenes del franquismo habían llegado a tener "una relación con el objeto del proceso que les inhabilitaba para poder participar con garantías plenas de imparcialidad" en el juicio.