La captura del general Mladic
Capturado Ratko Mladic, la pugna oculta entre las dos almas de Serbia tiene ahora como escenario los tribunales. Una corte de Belgrado empujó ayer al exlíder de las tropas serbobosnias un poco más cerca del banquillo de La Haya, al desestimar la petición de la defensa de que se denegara su extradición debido a las precarias condiciones de salud del preso.
La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), establecida en 1993 a instancias de la ONU, tiene ante sí la mayor responsabilidad de su historia: demostrar que el exgeneral Ratko Mladic es un genocida. Es decir, que en su calidad de comandante en jefe del Ejército serbobosnio formó una asociación criminal.
El nombre de Lazarevo será probablemente asociado en los futuros libros de historia al inicio de una nueva era para Serbia y los Balcanes. Al día siguiente de la detención del general Ratko Mladic, sin embargo, este llano pueblo serbio en el que se capturó al fugitivo solo ofrecía un doloroso recordatorio de cuánto camino queda para apaciguar definitivamente la región.
A las dos de la madrugada, el comandante del vuelo de Air France 447 se fue a dormir. Al mando del Airbus se quedaron, tal y como estipula la ley, los dos copilotos. Era el 1 de junio de 2009 y la aeronave sobrevolaba una zona del océano Atlántico situada a 400 kilómetros al norte de la ciudad brasileña de Recife.
El G-8 anunció ayer la creación de un fondo de 20.000 millones de dólares (unos 14.000 millones de euros), ampliable hasta 40.000 millones de dólares, para ayudar a las incipientes democracias en el mundo árabe y se comprometió a aprobar cantidades suplementarias en la medida en que otros países se sumen a las reformas emprendidas en Egipto y Túnez.
Miles de egipcios se congregaron ayer en la plaza de Tahrir, en El Cairo, en lo que los organizadores calificaron como "segunda revolución" para reclamar que se aceleren las reformas prometidas y se juzgue cuando antes al expresidente Hosni Mubarak.
La fuerza aérea yemení bombardeó ayer a los milicianos del líder tribal Hamid Asim, que horas antes habían tomado un campamento militar situado a unos 100 kilómetros de la capital, Saná. Después de tomar la zona militar, el jeque Hamid Asim había asegurado a la agencia Reuters que sus hombres habían matado al comandante del campamento.
Al menos seis soldados italianos de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (Finul) resultaron ayer heridos, dos de ellos muy graves,al estallar una bomba al paso de su vehículo cerca de la ciudad portuaria de Sidón, en el sur del país. Los cascos azules de la Finul han sufrido varios ataques. En el más grave, en junio de 2007, murieron seis soldados españoles.