Pirotecnia colorista, rebelión sin fin
La escalera, ese elemento recurrente en la obra de Joan Miró (1893-1982), permite al artista conectar lo terrenal y concreto con un universo personal de abstracción, habitado por una imaginería fantástica de símbolos y vivos colores. La escalera de la evasión, un cuadro que pintó en 1940, desde su exilio en una Francia atenazada por el avance de las tropas alemanas, también puede expresar la necesidad de escape ante una oscura realidad social y política.