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El plazo para elegir escuela desata la guerra de los padres

Hay familias que usan todo tipo de artimañas para escolarizar a sus hijos en el colegio que desean, y otras que recurren a investigadores privados para destaparlas

Inés Santaeulalia

Todo empezó con una simple conversación de parque. Hace un año, más o menos por estas fechas. "Mi hijo ha entrado en La Paloma porque lo he empadronado en casa de unos amigos que viven por aquí", dice una madre con aire triunfalista. Así, como quien no quiere la cosa. El resto de padres escucha y calla. Solo un par de meses después el detective José Antonio Marín investigó a la feliz madre y a su hijo. Para él, descubrir el fraude, fue casi un juego de niños.

Un caso de padres contra padres, de los que están dispuestos a mentir para conseguir meter a sus hijos en el colegio que les gusta contra los que están dispuestos a todo para desenmascarar sus mentiras.

De aquella simple conversación de parque salió, además de una trampa a relucir, una madre llena de ira. Su hija, a pesar de vivir a dos manzanas del centro escolar, se había quedado sin plaza en el colegio público de Nuestra Señora de La Paloma en La Latina. Como decenas de niños cada año.Este lunes se abre el periodo de escolarización en Madrid. Los padres tienen 21 días para presentar la solicitud de plaza en el colegio que quieren en primer lugar. El centro, ayudado por un programa informático, hará un baremo por puntos, en el que cuentan, entre otras cosas, la cercanía al centro, los hermanos que ya estudien en el colegio, la renta o las enfermedades y alergias del niño. En caso de mayor demanda que oferta, solo los que obtengan mayor puntuación entrarán en el colegio deseado. La publicación de las listas de admitidos es para los padres que se quedan fuera una derrota.

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A María L. (nombre ficticio) no le llegan las palabras para describir lo que sintió cuando su hijo no entró el año pasado en La Paloma a pesar de vivir en La Latina y de tener la máxima puntuación por cercanía. Desesperada, se metió en foros de Internet donde abundan los debates sobre este tema. En uno de ellos contactó con una de las madres que había estado en aquella conversación del parque en la que otra había alardeado sus artimañas.

Compinchadas y dispuestas a llegar hasta el final, las dos contrataron al detective Marín, que cada año tiene dos o tres casos de este tipo, para seguir la pista de dos familias: la que se había delatado sola y otra de la que sospechaban. En apenas tres días y con 440 euros de por medio, tenían el informe en sus manos que demostraba las irregularidades.

La suerte, sin embargo, se puso de su parte y las listas de los niños admitidos empezaron a correr. Sus dos pequeños entraron en el colegio y el documento acabó en un cajón. Ahora ambas comparten reuniones de padres con la madre investigada que, por supuesto, nunca supo que un detective, con un par de cruces de informaciones y alguna pregunta a los vecinos, había descubierto su mentira. "Si llego a ir un poco más lejos saco a sus hijos del colegio", asegura María, que se queja de que cometer fraudes sale gratis a los infractores y de que durante el proceso todas administraciones se lavan las manos.

Desde los colegios aseguran que pueden hacer muy poco para descubrir las trampas si los padres entregan documentos oficiales. Una directora de un centro público, que no quiere identificarse, reconoce que hasta se da por válido un padrón cambiado el día anterior. La Consejería de Educación también afirma que no tienen "ninguna capacidad" para detectar los fraudes. Alegan que si el problema es del padrón, el documento es responsabilidad del Ayuntamiento y que si es un fraude en la declaración de la renta el problema es de Hacienda.

El fraude en la declaración, que desde el Gobierno regional aseguran que sí se hacía hace unos años, es ahora más difícil porque los datos son los mismos que se presentan en Hacienda. Un detalle que, sin embargo, para algunos sigue sin ser un problema. Luis C. (nombre ficticio) no lo duda: "Es lo mejor que he hecho en mi vida y volvería a hacerlo".

Su hijo tiene varias alergias alimentarias y en el colegio que tenían cerca de casa "no se hacían cargo del niño en caso de un accidente", por eso buscaron un colegio, en otro barrio, en el que hubiera asistencia médica. De hecho, asegura que fue el mismo director del centro el que, a la vista de que el niño nunca entraría de forma legal, le recomendó hacer la trampa al fisco.

La Agencia Tributaria no tardó en percatarse del fraude, pero Luis toreó durante un par de meses los requerimientos hasta que el colegio "le dio el OK a la plaza del niño". El caso acabó en los tribunales, pero se resolvió en apenas una semana. El fraude le costó solo 80 euros.

Cambios en el padrón, fraudes a Hacienda... Los foros de internet son por estas fechas un hervidero de ideas para los que están dispuestos a cometer cualquier ilegalidad para lograr su cometido. "Estoy pensando en alquilar un piso durante unos meses delante del cole que me gusta para empadronar a los niños allí ¿creéis que me pillarán?", "Le digo a mi médico que al niño le salen ronchas y no me quiere hacer un certificado de alergia. Lo necesito para el cole, ¿sabéis como puedo conseguir uno?".

Para algunos no hay límites cuando se trata de sus hijos, animados además por la impunidad que rodea al proceso y la falta de control. La Asociación de Vecinos Ópera Austrias denuncia que cada año hay niños del barrio que se quedan sin plaza por culpa de casos de falsos empadronamientos. Por eso emplaza a la Consejería de Educación a investigar las reclamaciones de las familias durante el proceso -los padres tienen derecho a ver la documentación de todos los niños que solicitan plaza en el centro de su primera elección- y pide a los Ayuntamientos que envíen a la policía local a los domicilios para comprobar los empadronamientos sospechosos. Un método que, por ejemplo, se emplea en Andalucía.

Emilio Díaz, secretario general de FERE-Madrid (Federación Española de Religiosos de la Enseñanza) -que agrupa al 70% de los colegios concertados de la región-, asegura que la elección de un colegio es un tema "muy sensible y que genera una intensa preocupación a las familias". Por eso, aunque ve con "muchísimo desagrado la picaresca", entiende que se debe a que los padres demandan más un tipo "determinado tipo de educación, que suele ser la concertada".

En toda la región, hay 1.616 colegios públicos, 580 concertados y 1.113 privados. El Gobierno regional se jacta de que el 87% de los cerca de 70.000 niños que se escolarizaron en el curso 2010- 2011 en educación infantil entraron en el colegio de su primera opción. En ese porcentaje está incluido el hijo de la madre que alardeaba en el parque de haber trampeado el padrón.

Con la escolarización a los tribunales

Hasta 7.500 euros y tres años de lucha ha invertido la abogada y madre María Dolores Acosta (Badajoz) en una denuncia por fraude escolar. Después de dar vueltas por las Administraciones y recurrir a dos detectives, el pasado mes de enero un juez le dio la razón. Aunque está pendiente de un recurso de apelación que interpusieron los padres acusados de mentir en el padrón, si todo sale como espera, la hija de Acosta podrá empezar el próximo curso en los Salesianos de Badajoz. "He ganado y me ha compensado, espero que un día el fraude escolar se considere delito", dice convencida.

En Andalucía también hay casos que han acabado en los tribunales. Pero aunque se demuestre la ilegalidad, normalmente, entre recursos y apelaciones los niños de los infractores permanecen en los colegios en los que entraron. La Junta, que se ha planteado hasta tipificar como delito las irregularidades, ha endurecido el decreto de escolarización para luchar contra estas prácticas. Si los padres trampean el padrón se enfrentan a que a su hijo se quede con cero puntos en el baremo, con lo que pierde el derecho a entrar en el centro elegido.

De esta medida están especialmente orgullosos los padres que en 2009 crearon la asociación Projusa en Sevilla para asesorar a padres afectados. "Estimábamos que el 25% de las solicitudes cometían fraude", dice su portavoz Manuel González. Enseguida se vieron desbordados por la multitud de casos. Por eso no resulta extraño oír a Eva Grueso, presidenta de la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE), que la demanda de seguimientos entre familias en Andalucía es "salvaje".

Reparto de puntos

- Hermanos en el centro o padres trabajadores del mismo: hasta cuatro puntos.

- Proximidad del domicilio o del lugar de trabajo de los padres: hasta cuatro puntos.

- Renta anual de la unidad familiar. Inferior a 7.381 euros al año: dos puntos. Inferior a 14.762 euros: un punto.

- Discapacidad del alumno, padres, hermanos o tutor legal: 1,5 puntos.

- Familia numerosa: hasta 2,5 puntos.

- Enfermedad que exija una dieta especial, un punto.

- El centro da punto por la circunstancia que decida. Los criterios deben ser públicos y objetivos. Hay centros que premian ser hijo de antiguo alumno, de funcionario o ser familiar de un religioso

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Sobre la firma

Inés Santaeulalia
Es la jefa de la oficina de EL PAÍS para Colombia, Venezuela y la región andina. Comenzó su carrera en el periódico en el año 2011 en México, desde donde formó parte del equipo que fundó EL PAÍS América. En Madrid ha trabajado para las secciones de Nacional, Internacional y como portadista de la web.

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