_
_
_
_
_
La reestructuración financiera

La UE deja sin definir el capital que exigirá en las pruebas a la banca

El examen contempla una hipótesis extrema en España: dos años de recesión, deflación, cinco millones de parados y caída del 22% del precio de los pisos

Andreu Missé

Los bancos y cajas europeas sufrirán unas pruebas de resistencia más severas en los próximos meses intentando superar el fracaso de las realizadas el año pasado que fueron incapaces de detectar la crisis bancaria de Irlanda. En esta ocasión las pruebas de resistencia serán realizadas por primera vez por la Autoridad Bancaria Europea (ABE) que inició sus funciones este año. La ABE publicó ayer la metodología de las pruebas, que se realizarán entre marzo y junio, tomando como hipótesis un escenario económico más adverso de crecimiento, inflación y de deterioro de los mercados que el del año pasado. Los indicadores de los escenarios más adversos han sido realizados por el Banco Central Europeo (BCE).

El recorte de valoración previsto para el bono español es del 14%
Las pruebas tendrán en cuenta el encarecimiento de la financiación
La autoridad bancaria revelará la solvencia exigida en unas semanas
Buena parte de las entidades alemanas se librarán de nuevo del examen
Más información
Más rigor bancario
El BCE alerta de los riesgos de politización en los rescates de las cajas
El crédito moroso de la banca rebasa el 6% por primera vez desde 1995
El banco de La Caixa espera duplicar el beneficio en 2014 y ganar 3.000 millones
Los bancos de EE UU podrán elevar sus dividendos

El examen afectará al 65% del sistema bancario europeo y al menos al 50% de las entidades de cada país. Los responsables de la autoridad, con sede en Londres, aseguran que las pruebas se centrarán en la definición del core Tier 1 capital (capital principal de nivel 1, es decir, capital y reservas), la cual es "mucho más restrictiva que la del capital Tier 1 [o de nivel 1, que incluye también las participaciones preferentes] empleadas el año pasado".

La definición del core Tier 1 capital es todavía objeto de discusión en el seno de la autoridad y tampoco hay acuerdo sobre el nivel a exigir. Un portavoz de la EBA señaló que tanto la definición como el nivel se están ultimando y que "se revelarán en las próximas semanas". Expertos vinculados a la regulación financiera apuntan que el nuevo indicador debería ser próximo al 5%. En el ejercicio de 2010, se exigió un mínimo de Tier 1 del 6%, que equivaldría aproximadamente a un 4% de la nueva medida.

Las mismas fuentes lamentan que los exámenes no sean obligatorios para todos los bancos de la UE, que superen un cierto volumen de activos como el de 40.000 o 50.000 millones. Con ello, por ejemplo, la mayoría de las entidades alemanas se librará del examen. De las 91 entidades examinadas en 2010, suspendieron siete, de cuales cinco eran cajas españolas, un banco alemán y otro griego. El examen fue muy desigual: mientras España examinó cerca del 95% del sistema, en el resto de la UE solo se exigía el 50%. En cambio se aprobó al Bank of Ireland y el Allied Irish Banks, los dos únicos bancos de Irlanda examinados, cuyo sistema cayó en barrena cuatro meses después.

La mayor severidad del próximo examen se centrará en hipótesis más duras de crecimiento económico. Así, la ABE prevé un menor crecimiento de cuatro puntos para 2011 y 2012, cuando el año pasado la hipótesis fue la de tres puntos menos en dos años. En el caso de España en el escenario adverso para poner a prueba a los bancos se ha considerado como hipótesis que el país sufriera una caída del producto interior bruto del 1% este año y del 1,1% en 2012 en lugar del crecimiento económico previsto por la Comisión Europea del 0,7% y del 1,7%.

El escenario adverso para medir la resistencia de la banca incluye también otras hipótesis como un crecimiento del desempleo para 2012 de hasta el 22,4%, superior en 3,2 puntos a la previsión de Bruselas y que implicaría más de cinco millones de parados. Igualmente se toma como referencia una situación de deflación el próximo año.

Es significativa también la hipótesis de un encarecimiento de la deuda pública medida como diferencial con el bono alemán a 10 años. Para el conjunto de la zona euro se hace el análisis pensando que la prima de riesgo podría subir 75 puntos básicos (0,75 puntos porcentuales), mientras que para España subiría 167 puntos básicos; para Irlanda, 258; para Grecia, 255, y para Portugal, 246 puntos básicos.

El examen incorporará las posibles pérdidas derivadas de un agravamiento de la crisis de la deuda soberana, pero solo en la cartera de negociación y no en la deuda que se tenga hasta vencimiento. Eso sí, las entidades estarán obligadas a dar información mucho más detallada al respecto. El recorte de valoración a aplicar al bono español a 10 años será del 14,3%, frente al 19,8% de Portugal, el 19,1% de Irlanda o el 17,1% de Grecia.

También se contempla una caída bursátil del 14,3% en la UE, del 20% en el caso de España.

Especialmente llamativas son las hipótesis relativas al deterioro del mercado de la vivienda. Se prevé, por ejemplo que en España los precios inmobiliarios sufran un deterioro peor de lo previsto. Así por ejemplo se hace el análisis pensando que los bienes inmuebles para usos comerciales podrían llegar hasta el 30% este año y el 24% el año próximo, cuando las previsiones apuntan a una caída del 15% y del 9%, respectivamente.

De la misma manera, para los inmuebles residenciales se hace el cálculo con una caída del 12% y 11% (lo que acumulado es un 22% en dos años), frente a una previsión en el escenario base de una pérdida de valor del 5% y del 3% respectivamente.

Tampoco se analizará la liquidez de una manera específica en estas pruebas. Sin embargo, sí se analizará el impacto del aumento de intereses, incluido el de la deuda soberana, sobre el coste de la financiación de las instituciones. Esta medida nueva este año puede tener especial impacto en la banca española muy dependiente de la financiación mayorista.

Los resultados de las pruebas serán públicos a mediados de junio tras un examen que será llevado a cabo en consulta con las autoridades nacionales y el Consejo Europeo de Riesgo Sistémico, que preside Jean-Claude Trichet, presidente del BCE.

Las nuevas pruebas de resistencia

- Las pruebas de resistencia o tests de estrés tratan de medir si las entidades financieras tienen la solvencia suficiente para hacer frente a una situación económica adversa.

- El examen lo coordina este año la nueva Autoridad Bancaria Europea. Las pruebas del año pasado perdieron credibilidad al no ser capaces de detectar la crisis bancaria irlandesa.

- España volverá a ser el único país que someta al examen a prácticamente todos sus bancos y cajas. Solo se exige someter a examen a las entidades que representen el 50% de los activos y eso es lo que hacen buena parte de los países.

- Las pruebas contemplan para España una hipótesis adversa de dos años más de recesión, una tasa de paro del 22,4%, la entrada en deflación en 2012 y una caída del precio de la vivienda del 22% en dos años.

- La autoridad bancaria europea no ha sido capaz aún de llegar a la definición de capital exigible ni tampoco al nivel mínimo necesario en un escenario adverso. Tampoco ha publicado la lista de entidades que se someterán a las pruebas.

- Los resultados se conocerán en junio.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_