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La irrupción del exvicepresidente aleja la victoria popular

El PSOE venció en 24 de las 32 elecciones celebradas en Asturias desde 1977 y el voto de izquierdas siempre ha sido hegemónico en la comunidad. Esta vez, los comicios autonómicos se afrontan con el desgaste del PSOE, el ascenso nacional del PP, una fractura en la derecha asturiana por primera vez desde 1999 y la irrupción de tres partidos nuevos que concurren a las elecciones autonómicas: UPyD, de Rosa Díez; Independientes de Asturias (IDEAS), del exportavoz del PP Juan Morales; y sobre todo Foro Asturias Ciudadanos (FAC), del exministro y exsecretario general del PP Francisco Álvarez-Cascos.

En 2007, el PP, aunque sufrió un severo castigo en los Ayuntamientos, obtuvo uno de sus mejores resultados en las autonómicas: quedó solo seis décimas por debajo de los socialistas. Hasta hace tres meses los populares daban por cantada la victoria el próximo 22 de mayo, pero la aparición de Álvarez-Cascos lo ha alterado todo y ha puesto en aprietos al PP.

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En la anterior escisión, en 1998, los populares perdieron el 25% de sus votos y 6 de sus 21 escaños. La actual candidata, Isabel Pérez-Espinosa, es un factor de renovación y rejuvenecimiento, pero carece del grado de conocimiento en la calle que tiene Álvarez-Cascos y se la percibe como una creación del alcalde ovetense, Gabino de Lorenzo.

El PSOE también cambia de candidato: Javier Fernández, secretario general, ex consejero y ex diputado nacional, sustituye a Vicente Álvarez Areces, que ha gobernado 12 años. Fernández no es muy conocido porque siempre ha preferido el segundo plano (en la anterior legislatura rechazó una oferta de Zapatero para ser ministro) y encabeza una lista muy continuista.

La irrupción de Álvarez-Cascos no sólo daña al PP. Aunque este será el principal caladero de votos de Foro Asturias, el partido casquista trata de ampliar su base electoral manteniendo una gran indefinición ideológica: quiere captar el voto de la izquierda descontenta con el PSOE y reclutar a parte del electorado regionalista y nacionalista.

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