El peregrinaje del Memorial Democrático

El Memorial Democrático busca ubicación en Barcelona tras el cierre, el pasado viernes, de su sede de Via Laietana, 69. El Departamento de Gobernación resolvió ese día cerrar los bajos -donde estaba ubicado el Memorial -y el primer piso -las oficinas del Instituto Catalán Internacional por la Paz- por problemas en las instalaciones del aire acondicionado y en las salidas de emergencia. A los problemas de intendencia se suman los políticos. No es ningún secreto que al actual Gobierno le resulta incómoda la institución, gesionada por Iniciativa per Catalunya y creada por el anterior Ejecutivo tripartito.

De momento, se ha decidido transportar la exposición que acaba de ser inaugurada, Seat 1950-1977, la arquitectura de la represión. Y es para lo único que se ha encontrado un espacio, pero de forma temporal: una sala de unos 1.000 cuadrados en el Museo de Historia de Cataluña. El espacio ha sido cedido de forma temporal hasta septiembre, aclaraban desde el Departamento de Cultura. Ni Cultura ni Gobernación supieron concretar ayer qué pasará ni si habrá nuevas exposiciones del Memorial. Aseguran que no tienen ni idea del futuro que le espera a la institución creada por el tripartito.

La consejera de Gobernación, Joana Ortega, tiene sobre la mesa informes encargados por el anterior Gobierno sobre el estado del edificio de Via Laietana, 69, un inmueble de planta baja más nueve pisos y de algo más de 9.300 metros cuadrados, propiedad de la Generalitat. Salvo el primer piso y la planta baja, todo estaba desocupado desde que dejó de ser la sede del Departamento de Interior, en 2007. En un dictamen de ese año se advertía de que las instalaciones no cumplían las normativas antiicendios y los sistemas de ventilación y aire acondicionado estaban completamente obsoletos. Otro informe, realizado por una consultora en 2008 y antes de que se acometieran las obras de acondicionamiento para el Memorial, aconsejaba la demolición del inmueble.Un informe de viabilidad económica determinará qué pasará con el edificio de Via Laietana: si se rehabilita de arriba abajo -si eso es posible- o se derriba para construirlo de nuevo. La posibilidad de vender el inmueble -en el corazón de la ciudad y en una de las zonas más caras- no se contempla, según portavoces de Gobernación.

Actualmente la Generalitat paga más de un millón de euros al año por el alquiler de las oficinas de Diagonal-Balmes que ocupa la Dirección General de Relaciones Institucionales. La intención del actual Gobierno -ya lo fue del anterior tripartito- es ubicar esas oficinas y al personal en el edificio de Via Laietana -que es de propiedad - y el Memorial en la planta baja, donde ha estado hasta la semana pasada.

La consejera de Gobernación, Joana Ortega, insistió ayer en que el cierre del Memorial Democrático se debe estrictamente a cuestiones de seguridad y negó que sea una excusa para finiquitar una iniciativa legislativa del anterior Gobierno en cuya votación CiU se abstuvo. Desde que se aprobó la ley, CiU ha criticado lo que considera un uso sesgado de la memoria por parte del ex consejero de Interior Joan Saura.

Ayer, en el Parlament, Ortega volvió sobre esa cuestión: "El Gobierno considera importante honrar la memoria de las personas que lucharon por el país y la democracia, que sufrieron el exilio y la persecución por sus ideas, tanto bajo la República como bajo la dictadura franquista. Pero la lucha por la convivencia, el humanismo y el entendimiento no se puede circunscribir únicamente a la dialéctica entre derechas e izquierdas". Y añadió que militantes históricos de su partido, Unió Democràtica de Catalunya, fueron asesinados "tanto en zona republicana como en zona franquista".

En la réplica, el portavoz parlamentario de ICV-EUiA Jaume Bosch arremetió contra Ortega por "olvidar" que el texto de la ley de creación del Memorial ya incluía el recuerdo de las víctimas de la represión en el bando republicano. Bosch instó a la consejera a garantizar que el Memorial Democrático podrá volver a la sede de Via Laietana o instalarse en otro emplazamiento fijo, sin "disgregar" la institución o "matarla por decreto, dispersión o asfixia económica".

Ortega no se comprometió a nada y criticó abiertamente la decisión del anterior Gobierno de gastar 1,5 millones de euros en unas obras de adecuación del edificio de Via Laietana para acoger el Memorial. Las calificó de "decorado" y de temerarias.

Otras decisiones del actual Departamento de Gobernación ratifican la enmienda a sus antecesores. Por ejemplo, Ortega anunció ayer un cambio de nomenclatura: la Dirección General de la Memoria Democrática se convertirá en la Dirección General de Calidad Democrática.