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Toneladas de lodos no llegaban a los campos o no se trataban

"Podrían no solo haberse falseado las facturas de tratamiento de lodos, facturando trabajos no realizados, sino que también podrían haberse falseado por el propio personal de Emarsa y transportistas, en connivencia o no con las empresas de tratamiento de lodos, los partes de transporte, duplicando o creando partes inexistentes, en relación con los lodos producidos por la depuradora de Pinedo, y que debían ser transportados para su tratamiento posterior". La investigación interna de lo ocurrido en Emarsa que reflejaba el descartado borrador de la ampliación de la querella ha delimitado tres grandes áreas de fraude en el funcionamiento de la empresa pública. El más llamativo de ellos es el del tratamiento y transporte de lodos, por parte de empresas como Printergreen, Noves Tècniques Ecològiques (Notec) e Hispavás.

La comprobación de los supuestos vertidos de lodos en campos de Requena y Camporrobles reveló que ni se llevaron las toneladas declaradas por las empresas, ni en las fechas señaladas ni con el tratamiento y el control previstos. "Nunca se han hecho analíticas de la tierra", reconocen los agricultores con los que contactó el personal que efectuó el informe. Discrepancias de pesajes, facturas que no coinciden con lo realmente ejecutado, matrículas de camiones que coinciden en diferentes empresas y horarios imposibles de Pinedo a Requena, de ida y vuelta, para cargar y descarga toneladas de lodo apuntan al mayor fraude registrado en las instalaciones metropolitanas de depuración de aguas. Hay que tener en cuenta que las empresas implicadas, de objetos sociales alejados del tratamiento de lodos en algunos casos y pertenecientes al mismo propietario en otros, facturaron a Emarsa, entre 2004 y 2010, un total de 23,4 millones de euros.

Trabajos y suministros

La segunda línea de desfalco, por el volumen de lo distraído, se centra en empresas que facturaron por obras o trabajos de mantenimiento y por el suministro de material informático. 3,2 millones de euros habría facturado por trabajos no realizados la Empresa Construcciones Rocafort, y 806.828 euros la empresa Vlamasmark. Ambas pertenecen a María Paz García Martínez. Por su parte, Sofitec Informática y Microrpocesadores Valencia, ambas de Sebastián García Martínez, hermano de la anterior, facturaron 1,4 y 1,9 millones de euros entre 2006 y 2010 a Emarsa, que constata: "El material facturado no se encuentra en la planta y al parecer nunca ha estado".

Finalmente, el tercer apartado se refiere a gastos de viajes, regalos, servicios de azafatas y cursos de formación y suma cerca de 800.000 euros.

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