Alemania y Francia entierranla peor fase de la crisis del euro

Los líderes quieren ampliar el fondo de rescate en marzo

"El euro no va a sufrir ya grandes sacudidas". El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y su homóloga francesa, Christine Lagarde, dieron ayer en Davos por concluida la peor fase de la crisis del euro, tras los rescates a Grecia e Irlanda, las presiones sobre Portugal y, en menor medida, España, Bélgica e Italia. "La situación se está asentando", confirmó Lagarde en una de las últimas sesiones del Foro Económico Mundial. La canciller alemana, Angela Merkel, ha asegurado en Davos esta semana que el euro está a salvo. Y los líderes europeos han intensificado los contactos en Suiza para...

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"El euro no va a sufrir ya grandes sacudidas". El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y su homóloga francesa, Christine Lagarde, dieron ayer en Davos por concluida la peor fase de la crisis del euro, tras los rescates a Grecia e Irlanda, las presiones sobre Portugal y, en menor medida, España, Bélgica e Italia. "La situación se está asentando", confirmó Lagarde en una de las últimas sesiones del Foro Económico Mundial. La canciller alemana, Angela Merkel, ha asegurado en Davos esta semana que el euro está a salvo. Y los líderes europeos han intensificado los contactos en Suiza para llegar a una cumbre especial, prevista para principios de marzo, para que la eurozona dé carpetazo definitivo a la crisis del euro con la ampliación del fondo de rescate y la extensión de los periodos de devolución de los préstamos de emergencia, con intereses más bajos, para ayudar así a los países que han recibido el salvavidas europeo —Grecia e Irlanda— a reestructurar la deuda privada.

La supervivencia de la moneda única "ya no está en duda", dice Barclays
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Incluso la gran banca internacional se apuntó ayer a la defensa del euro de Lagarde y Schäuble. Bob Diamond, presidente de Barclays, aseguró que la supervivencia de la moneda única "ya no está en duda", aunque añadió que aún pueden producirse episodios de volatilidad.

Alemania y Francia han ido de la mano en Davos, pero la política interna es diferente. De regreso a Alemania, la canciller Merkel dijo en un acto ante miembros de su partido, la CDU, que la solidaridad "no puede ser a coste cero". Se refería a la necesidad de que los países europeos eleven su edad de jubilación hasta el listón alemán (67 años). La reforma de las pensiones anunciada por España el pasado viernes va justo en esa línea.

Junto con los últimos coletazos de la crisis fiscal europea, la ofensiva de la banca contra la nueva regulación financiera ha sido otro de los grandes debates de la edición de Davos de este año. Los primeros espadas de Bank of America, Deutsche Bank, Unicredit y los grandes bancos españoles, junto a docenas de ejecutivos de banca europeos y norteamericanos, se reunieron ayer con los reguladores bancarios a puerta cerrada para encontrar un punto de encuentro sobre la nueva normativa.

La reunión, a la que asistieron el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y Barney Frank, del Comité de Servicios Financieros de EE UU, se saldó con un mensaje de conciliación tras la presión de los últimos días. Aunque la tensión no termina de ceder. Diamond, de Barclays, expresó ayer ante la prensa su "gratitud" por la presencia de los principales reguladores. "La mejor manera de decir gracias es empezar a dar créditos, dar remuneraciones razonables y mejorar los niveles de capital", replicó Lagarde.

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