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Entrevista:FERRAN MASCARELL | Consejero de Cultura de la Generalitat

"Aún soy socialdemócrata y catalanista, y nadie me ha pedido que cambie"

Algunos denominan ya a Ferran Mascarell (Sant Just Desvern, 1951) la vedette del nuevo Gobierno de Artur Mas. Este historiador de profesión y gestor cultural de vocación ha dejado descolocado a su partido, el PSC, al aceptar la oferta de Artur Mas para ser consejero de Cultura del nuevo Ejecutivo convergente surgido de las últimas elecciones. Desde el sector cultural se ha aplaudido la decisión, pero le han llovido las críticas de entre sus antiguos compañeros de partido.

Pregunta. ¿Por qué ha dado este paso?

Respuesta. En primer lugar, porque hay una propuesta, en segundo lugar, porque hay una reflexión y en tercer lugar porque hay una conclusión. La propuesta es del presidente Mas, la reflexión va en la línea de que es un momento excepcional, hay una crisis económica importante, una crisis en las relaciones entre Cataluña y España y una crisis de confianza en la política. Se me propone intentar hacer un trabajo de recuperación de la cultura en este momento tan delicado y todo esto me parece suficiente para decir que hay que ayudar y ¿por qué no?, estar al frente de ello.

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"La gente quiere un buen Gobierno que atienda los aspectos inmediatos"
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P. ¿Cómo llegó a la conclusión de que en el PSC no tenía más recorrido?

R. El PSC debe preguntarse muchas cosas. Por qué pierde las elecciones, dónde está su proyecto socialdemócrata original, dónde está su catalanismo. Si ves que tienes que hacer unas cosas que en la órbita PSC no has podido hacer, piensas que, ¿por qué no lanzarte?

P. ¿Aún se siente socialista?

R. Aún soy socialdemócrata y catalanista, y nadie me ha pedido que deje de serlo. Algunos me han pedido el carné del partido, pero sigo siendo lo mismo

P. Le han pedido el carné.

R. A mí me dijeron que si daba este paso tenía que devolver el carné. Ya lo haré. Pero este me parece un planteamiento arcaico. Yo estoy hablando de la necesidad de incorporarse en una lógica de gobierno de país, de que te están haciendo una oferta de ampliación de miras. No soy de Convergència, ni de Unió... hago un razonamiento a favor del sector cultural. Y en este ámbito todo el mundo me anima a ir adelante. Lo que quiere la gente es un buen Gobierno que atienda los aspectos más inmediatos de la realidad.

P. Pero fuera de de los partidos también hay quien dice que usted ha cambiado de ideología por un coche oficial.

R. Se puede decir lo que se quiera. Yo he estado cuatro años fuera del mundo público. Y coche oficial no tendrás en el sector privado, pero ganancias económicas, infinitamente más. Esto no tiene nada que ver.

P. El PSC le augura problemas de conciencia.

R. Eso lo ha dicho Joaquim Nadal [jefe de filas del partido en el Parlamento catalán]. Y le pregunto cuántas veces ha tenido él problemas de conciencia para defender cosas de este Gobierno o de su propio partido.

P. Ignasi Guardans hizo el salto al revés. De CiU al Gobierno socialista. No ha acabado bien. ¿Teme que le ocurra lo mismo?

R. No tengo miedo a estas cosas. Trabajo a cuatro años vista. Y el presidente Mas también. Trabajaré con convicción.

P. Usted quería ser candidato a la alcaldía de Barcelona.

R. Este proceso ha sido tan extraordinariamente barroco que ha resultado fatigante. No tengo nada más que decir. He recibido demasiadas indicaciones de naturaleza demasiada variada y de formas demasiado imprecisas y difíciles de entender hasta el punto de decir basta. Ya no forma parte de mis opciones.

P. Le sorprendió pues que el PSC dijera ahora que veía bien sus movimientos para sustituir a Jordi Hereu como candiato a la alcaldía.

R. Me sorprendió mucho, sí. Yo siempre dije que si había oportunidad de hacerlo, lo haría, pero que si se complicaba demasiado, con todo esto de las primarias, pues no. Al final, lo dejé.

P. ¿Renuncia pues a ser alcalde de Barcelona?

R. Cuando acabe el contrato con el señor Mas, que es dentro de cuatro años, ya lo hablaremos.

P. Cómo va a compaginar el programa cultural de CiU con el que ha venido elaborando usted mismo en el PSC.

R. Vengo a aprovechar la experiencia. Yo he hecho programas, libros blancos y muchas cosas en el ámbito cultural durante estos años. Los programas culturales que hay en Cataluña beben todos de las mismas fuentes. No es cuestión de la aplicación mecánica de un programa sino de reforzar la cultura en nuestro país. Se trata de sumar.

P. ¿Se aplicará la ley del cine?

R. Está aprobada en el Parlamento. Y las leyes aprobadas sirven para aplicarse.

P. ¿Asumirá la batalla de que las películas sean solo en inglés o que haya otra huelga de salas?

R. Déjenme que primero estudie el reglamento, que está casi redactado, para crear un relato que me permita buscar hasta el último minuto el acuerdo y el pacto. Es lo que nos conviene a todos. Creo que estamos todos de acuerdo en que tiene que haber un poco más de cine en catalán, y también que a medio plazo nos conviene a todos que el cine sea cada vez más en versión original. Creo que las dos cosas son compatibles. El horizonte final es que haya más cine de producción catalana hecho en catalán, obviamente, y más cine de producción internacional en versión original y, en un periodo intermedio, que se pueda ver en catalán cine doblado y no solo en castellano.

P. El departamento ha perdido los medios de comunicación pero gana la política lingüística. ¿Habrá cambios?

R. Creo que la política lingüística tiene que estar destinada a la promoción de la lengua, que no quiere decir solo a la promoción del catalán sino de la calidad del catalán. Si se mira a distancia corta se pueden ver detalles de dificultad ya que la actuación del Estado no es muy positiva, pero si se mira a distancia larga tienes la certeza de que el catalán está en el mejor momento de su historia. Es sobre esta realidad que tenemos que trabajar. Si nos focalizamos en sanciones y cosas de este tipo estamos errando el tiro. La realidad es que el entorno es bueno con algunas dificultades y lo que hay que hacer es poner el acento en una mayor promoción de la lengua, sobre todo de sus aspectos cualitativos. Tenemos que ser mejor usuarios de la lengua. Y le tenemos que dar el prestigio social que el catalán necesita para ser la lengua de uso más habitual. Todo esto con un doble juego que es lo que tenemos que desarrollar. La otra lengua oficial es el castellano, y aquí ya hay muchas instituciones que lo defienden y refuerzan. Lo que todos queremos es que nuestros hijos sepan un muy buen catalán y un muy buen castellano. Nos falta una asignatura y es que el Estado entienda qué es plurilingüístico, y es aquí en dónde tendremos que poner el acento desde el punto de vista del entorno político general.

P. Se ha hablado de su relación con el PSC, pero está también la relación con el PSOE. ¿Se ha sentido defraudado?

R. El PSOE debe aceptar la idea de que España es plurinacional, sino será muy difícil construir un Estado en el que estemos todos cómodos. Si el PSOE no entiende esta idea de que España es plurinacional y por lo tanto pluricultural y plurilingüística la comodidad es imposible porque el Estado favorece más a unas cosas que otras. El Estado tiene que ser eficiente para Cataluña, tanto como para cualquier otro rincón de España.

P. ¿Decepcionado con Zapatero?

R. Si se quiere llamar decepción, vale. Pero más que decepción es que no entiendo qué España proponen. Cataluña vive en un estado permanente de sobreesfuerzo y esto le crea estrés. Cataluña es un país estresado políticamente desde hace mucho tiempo.

El consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, en su despacho de Barcelona.
El consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, en su despacho de Barcelona.JOAN SÁNCHEZ

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