Análisis:PATÉ DE CAMPAÑA | ELECCIONES CATALANAS | Faltan 10 días

Mercadillo electoral

Paseo por el mercado semanal de Sant Celoni de la número dos en las listas del PSC, Montserrat Tura. A los periodistas nos llevan en autocar desde la sede de la calle de Nicaragua. Tiempo desabrido y apenas una docena de plumillas a bordo. Al llegar nos comunican que acaba de pasar por allí Felip Puig y que -al ser convergente el Consistorio local- la carpa de CiU se ha instalado de buena mañana en el lugar donde debía desarrollarse el mitin socialista (te chinchas, que he llegado primero). Sin embargo, no tardamos en localizar a la candidata, que se mueve rodeada por una nube de...

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Paseo por el mercado semanal de Sant Celoni de la número dos en las listas del PSC, Montserrat Tura. A los periodistas nos llevan en autocar desde la sede de la calle de Nicaragua. Tiempo desabrido y apenas una docena de plumillas a bordo. Al llegar nos comunican que acaba de pasar por allí Felip Puig y que -al ser convergente el Consistorio local- la carpa de CiU se ha instalado de buena mañana en el lugar donde debía desarrollarse el mitin socialista (te chinchas, que he llegado primero). Sin embargo, no tardamos en localizar a la candidata, que se mueve rodeada por una nube de amas de casa y comerciantes ambulantes por las estrechas calles de la población.

La señora Tura, puesta en un improbable papel de usuaria de mercadillos, entra en una pastelería, habla con unas ancianas, saluda a una pareja de mossos, se para en un puesto de ropa de lana y se fotografía con una bufanda al cuello, mientras pregunta: "¿Qué pasa hoy por aquí?". Se reparten rosas y programas, al tiempo que las feriantes intentan vendernos alguna cosa y les piden a los de la televisión que les filmen el puesto. Así llegamos apretujados a la plaza de la Vila. Ante la tarima hay casi tantos periodistas como espectadores. Hoy no se habla de otra cosa que del penoso y desafortunado videojuego del PP catalán (que a veces parece asesorado por una reencarnación del mismísimo Goebbels). Entre los mensajes destaca la transferencia de los trenes de cercanías, los descuentos en los peajes, el plan de enfermedades mentales y la inclusión de menús para niños diabéticos en los comedores escolares. Como quien no quiere la cosa, añade que la crisis remontará el año que viene. Después, sentada en borde del escenario y rodeada de cámaras, la candidata dedica unos minutos a charlar distendidamente con los medios de comunicación. Y es que en los mercadillos -como en las elecciones- todo el mundo parece más campechano y próximo, aunque sea para vendernos unos calcetines.

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