Vulcano se acogerá en unos días a la ley concursal

El plan b de Vulcano está en marcha. Con la liquidación de su filial Factorías Juliana, ahora se enfrenta a uno de sus momentos más duros. Ayer anunció que esta semana iniciará el pre-concurso de acreedores para evitar una posible situación de insolvencia. Esta medida, que en la práctica actúa como un aviso de la suspensión de pagos sin que ésta se inicie, le permite ganar tiempo. Se estima que su pasivo asciende a 80 millones de euros.

En paralelo, los directivos intentan que la actividad en la factoría de Guixar no se pare, de lo contrario la empresa "estaría perdida", como admiten todas las partes afectadas. Pero para continuar haciendo los barcos que tiene en cartera Vulcano necesita 21 millones en avales, una cifra que ayer la consellería de Economía se comprometió asumir. Pero antes, el Ejecutivo gallego intentará que el Ministerio de Industria arrime el hombro en Pymar, empresa público-privada que agrupa a las administraciones y a los astilleros. El miércoles que viene se celebrará una reunión para intentar que Pymar autorice el acceso de Vulcano al Fondo Patrimonial de Garantías del Naval que le negó la semana pasada.

Palabras duras

Los trabajadores que seguían encerrados en el astillero levantaron ayer la protesta después de oír en una asamblea palabras muy duras de sus representantes sindicales sobre el futuro del sector. Hablaron del fin de una época, de que tendrán que enfrentarse a problemas "muy gordos", que posiblemente serán necesarios "sacrificios". "Pero si perdemos las riendas nos construimos nosotros mismos el ataúd", aseguró Ramón Sarmiento, delegado del Metal en Comisiones Obreras. Los sindicatos, que defienden las gestiones de los directivos por sacar adelante la firma, también les advirtieron que estarán "vigilantes" y le enviaron un recado a la empresa: "No hemos provocado esta situación. Así que buen rollito sí, pero todo tiene un límite" .