La incertidumbre enfría la renta variable
El horizonte continúa llenándose de nubarrones y los inversores optan por ponerse a cubierto deshaciendo posiciones. Las aparentes dificultades de Irlanda y Portugal afectan a toda la periferia de la UE pero, en cualquier caso, ponen de manifiesto la enorme incertidumbre que se vive en el entorno financiero. El BCE echó más leña al fuego al afirmar en unas declaraciones que, si bien el sector bancario europeo está en mejor disposición que hace un año para soportar vaivenes, la perspectiva es "débil e incierta" por la exposición de algunas entidades a la deuda soberana.
La Bolsa española abrió con un conato de recuperación que llevó al Ibex 35 hasta los 10.670,30 puntos en pocos minutos, con un avance del 0,75%. Como en otras ocasiones, ese pequeño tirón no contó con el respaldo del dinero y la sesión entró en zona de pérdidas. La apertura de la Bolsa de Nueva York, sin indicadores económicos a mano, impulsó las pérdidas en el mercado español, que poco antes del final tocaba fondo en 10.427,30 puntos con una caída del 1,54%. Los ajustes previos al cierre dejaron la pérdida en el 0,98% y al Ibex 35 en 10.486,80 puntos.
Este nuevo rebote en las proximidades de los 10.400 puntos afianza este nivel como referencia relativamente sólida, aunque hay demasiados frentes abiertos como para otorgarle demasiada confianza.
El mercado secundario de deuda continúa muy tenso debido a la posibilidad de que la agencia Moody's rebaje la calificación de la deuda española. La facilidad con que el Tesoro español ha colocado deuda en los mercados en las últimas semanas indica que los grandes inversores no parecen compartir esa opinión, pero los supuestos problemas en otros países del entorno dejan la puerta abierta a todo tipo de especulaciones.
Los grandes valores bancarios españoles fueron los protagonistas destacados de esta sesión, con recortes que en varios momentos superaron el 2% y que no animaban a los inversores a buscar otros planteamientos. La opción de "esperar y ver" parecía la más adecuada y tan solo el corto plazo se mostró capaz de tomar algunas decisiones.
La contratación en el Mercado Continuo fue de 3.140,45 millones de euros, de los que 1.893,18 millones se negociaron en el "mercado abierto".
