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España forma a universitarios para ocupar empleos de FP

La OCDE alerta de que la falta de formación de grado medio frena el acceso al mercado laboral - La educación va saliendo de la cola de los países avanzados

España ya no aparece escondida entre los países peor situados de la OCDE . Con los años, sus datos educativos se han ido situando en la media que resulta de comparar a todos ellos, pero aún muestra algún punto flaco, sobre todo dos, para ser exactos: la baja tasa de graduados en Formación Profesional y el número de licenciados universitarios que ocupan puestos de trabajo por debajo de su formación, el doble que la media de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), que agrupa a los 32 países más desarrollados.

El anual y exhaustivo informe Education at a glance, que ayer se presentó en París y que se traduce en España como Panorama de la educación 2010 , en realidad recoge datos del curso 2007/2008. Estos son algunos:

El problema español es el abandono educativo temprano
La matriculación en posobligatoria es del 80%, pero está desequilibrada
Schleicher: "El reto no es integrar más personas, sino mejorar la calidad"
El gasto educativo ha subido hasta el 5,1% del PIB desde un 4,3%
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- Un puesto inferior. Los jóvenes españoles entre 25 y 29 años de edad que han salido de la universidad con su título superior encuentran, sin embargo, dificultades para encontrar un trabajo acorde a su formación. Un 44% está desempeñando un oficio inferior a su capacidad, cuando la media de la OCDE está en un 23%. Solucionar esto depende de los responsables educativos, que han de reforzar la Formación Profesional, pero también cabe achacarlo al sector productivo. "Cada quien debe hacer su parte", dijo ayer la secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia. Al economista jefe de la OCDE, Andreas Schleicher, este es un dato especialmente preocupante. "El país ha invertido mucho para que los jóvenes entren en las universidades, pero resulta que salen y se tiene que conformar con menos. Puede que sea un problema de la economía, pero también de la calidad de la educación.Es un dato muy serio sobre el que hay que detenerse".

- La mala fama. La FP adolece en España de mala fama, la sempiterna hermana inferior del bachillerato, un aspecto que se ha ido combatiendo con campañas informativas, pero que todavía hoy arrastra unos malos resultados cuando nos comparamos con otros países. En 2008 obtuvo el título de FP un 38% respecto al total de la población en la edad típica de la graduación, mientras que la media de la OCDE es de un 44% y la de la UE, más alta aún, un 52%. En el bachillerato, sin embargo, España se sitúa casi en la media de la OCDE en su tasa de graduados y supera la de la UE en dos puntos. El problema en España es el abandono educativo temprano, es decir, los chicos que se matriculan en enseñanzas posobligatorias pero no las completan, o que dejan las aulas cuando acaba el periodo obligatorio.

- Todos a clase. El Ministerio de Educación se congratula de las cifras educativas de este año, en que los matriculados en FP han subido en más de 34.000 alumnos. Si a ellos se suman los de Bachillerato, la tasa de matriculación en esta etapa posobligatoria alcanza un 80,8%, prácticamente en la media de la UE. Pero si se discriminan los datos de la FP, la cosa cambia, porque están muy por debajo (43,8%) de la medida de la OCDE (47,4%) y más aún de la media de la UE (52,9%). He ahí el problema. Y sin estos estudios, como mínimo, acceder al mercado laboral cada vez es más difícil. Lo están diciendo los informes internacionales, lo recalcan los políticos cuando tienen oportunidad y lo repiten los profesores en clase. El tirón de este año en las matrículas de Formación Profesional puede ser un indicador de que lo van asumiendo. O no. Puede ser un efecto de la crisis. El Ministerio de Educación prefiere pensar que se debe, también, a un cambio en la mentalidad de las familias, que conceden más valor a la formación de sus hijos que antaño.

- Mercado laboral. La población de entre 20 y 24 años que solo tiene estudios básicos soporta en España un paro del 16,8%. Entre los que completan la etapa posobligatoria (Bachillerato y FP de grado medio) el desempleo desciende hasta un 6,1%. Si se tiene más edad, esta formación puede incluso quedarse corta, puesto que el paro se eleva entre los 25 y 29 años al 7,6%. En todos los casos, el paro es inferior en la OCDE y en la UE, como media. Por tanto, faltan estudios, pero también hay deberes que hacer en el ámbito del empleo. "El tejido productivo español siempre ha sido muy débil. Cualquier oferta de empleo que sale, aunque el perfil sea de titulados medios, tiene esperando una cola de licenciados, con máster, idiomas. Y esos son los que lo consiguen, porque además, les pagarán lo mismo. La educación es una mayor garantía para obtener empleo, pero esa relación entre una cosa y la otra es más fructífera en Europa que lo haya sido nunca en España", dice Miguel Recio, del Observatorio Social de la Educación de la Fundación 1º de Mayo.

- Años atrás. La población española (de 25 a 64 años) pone de manifiesto la carencia en estudios medios. Solo un 22% acredita haber alcanzado y completado esa etapa, mientras que en la OCDE es justo el doble y aún más alta en la UE. Sin embargo, España siempre ha destacado en estudios superiores. Acabaron la universidad un 29%, un punto por encima de la OCDE y 4 más que en la UE. Por abajo, también en estudios básicos, España está muy por encima de ambas medias. Ese ha sido el problema, que aún se arrastra, aunque la tasa de matrículas para etapas preuniversitarias puede ser un signo de que se va corrigiendo. Si completan los estudios, porque la crisis está dejando sentados en las aulas a muchos alumnos una vez superada la secundaria obligatoria, pero quizá porque no hay nada que hacer fuera del instituto.

- Financiación. El gasto público en educación como porcentaje del PIB que recoge el informe es de 2007. Entonces se destinaba en España un 4,3%, un punto por debajo de la media de la UE, que solo es una décima más alta que la de la OCDE. Este año, sin embargo, el Ministerio de Educación ha presentado los datos actuales, que sitúan ese gasto en un 5,1% (claro que el PIB es menor por la recesión). Faltaría saber si la media de la UE también ha crecido.

El gasto por alumno sitúa a España en mejor posición, en un 27% en relación con el PIB por habitante frente al 24% y 25% de la UE y la OCDE, respectivamente. Pero en este capítulo hay una pequeña trampa. Entre 1995 y 2007 el gasto por alumno de Primaria y Secundaria subió un 40%, pero ello se debe sobre todo a la caída del número de alumnos, cuya matrícula descendió un 25%, dicen los expertos. En todo caso, invertir en educación es ventajoso, como recalcó ayer Eva Almunia. "Por cada euro que se invierte, retornan tres al erario público. En España solo dos, pero eso responde exclusivamente a que nuestra carga impositiva es menor", dijo.

En general, los datos educativos españoles no son tan preocupantes como lustros atrás. España se ha ido situando en la media de la OCDE en muchos de los parámetros estudiados. "Y la esperanza de vida escolar de un alumno de cinco años, es decir, su permanencia en centros escolares, es de 17,2 años, muy cercana al 17,6 de la media de la OCDE", dice la embajadora española ante la OCDE Cristina Narbona. "España sigue acortando distancias y hace un esfuerzo superior al de otros países respecto al PIB por habitante", afirma. "Eso está permitiendo dejar atrás el lastre de la generación de nuestros padres y abuelos, que no tenían el nivel educativo adecuado", añade.

Y coincide en ello Shcleicher, el economista del directorio de la OCDE. "España es uno de los países que ha avanzado de forma más espectacular. El reto ya no es lograr integrar a más personas en el sistema educativo, sino mejorar la calidad, y en eso le queda camino por recorrer. España no debe conformarse con estar en la media, debe aspirar a la excelencia", dijo ayer este experto. Schleicher apunta a la necesidad de "abrir el sistema educativo a más creatividad, utilizar el networking y algo más de competición así como crear mayores expectativas para los graduados.

Más horas en clase

Los alumnos españoles soportan jornadas escolares más largas que el resto. De siete a ocho años hay 833 horas lectivas frente a las 759 de la OCDE. A los 15 años, los alumnos españoles emplean en su formación 979 horas anuales como media, 77 más que en la OCDE.

Respecto a las materias, el Ministerio de Educación ha tomado nota de la caída de horas para estudiar idiomas en Secundaria. Así lo dijo ayer la secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia.

Mientras que en primaria un 13% del horario lectivo obligatorio se dedica al estudio de una lengua extranjera, cuatro puntos por encima de la OCDE, cuando se salta a la Secundaria, las tornas se invierten: los alumnos españoles dedican un 10% frente al 13% de la OCDE. Respecto a la jornada de los profesores, los docentes españoles tienen menos días lectivos (alrededor de 175) que la media de la OCDE (unos 185). Pero ganan en horas netas de clase, donde los españoles acreditan 880 horas en Primaria (786 en la OCDE), 713 en Secundaria (703, OCDE) y 693 en Bachillerato y FP (661 en la OCDE).

En los estudios básicos, más que hablar de maestros habría que decir maestras, dada su abrumadora mayoría en algunas etapas, como la Infantil.

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