_
_
_
_
_
Reportaje:

Uniqlo reta a Zara

La firma japonesa se fija como objetivo facturar 50.000 millones de dólares en 2020

Tadashi Yanai tiene un objetivo: ser más grande que Inditex, dueña de Zara. Y al ver la cantidad de mercancía que entra a diario en la enorme tienda que el magnate japonés tiene en el SoHo neoyorquino, buque insignia de la marca de ropa de bajo coste

Uniqlo, parece que su ambición tiene recorrido. Para rizar el rizo, en breve abrirá otra aún mayor en la Quinta Avenida, donde se paga el precio más alto por metro cuadrado.

Son unos 24.000 ávidos consumidores de todo el mundo los que se pasan un sábado por ese local de tres plantas en Broadway, que abrió las puertas en noviembre de 2006. Es el mayor de la compañía, filial de Fast Retailing. El nombre (venta al por menor rápida) lo dice todo. Y para hacerse una idea de lo que este Warren Buffett japonés tiene entre manos, su nuevo proyecto está valorado en 300 millones de dólares. Es lo que le va a costar el alquiler del espacio durante 15 años.

Va a abrir una tienda en la Quinta Avenida de Nueva York y otras 1.000 en China
Más información
La fortuna de Amancio Ortega supera los 20.000 millones de euros solo en Inditex

Todo un récord en esta ciudad. Nunca se había firmado un contrato por esa cantidad de dinero por un local, y menos con la crisis que aún colea en el mundo de la moda. Y para el que haya venido ya a Nueva York, el espacio que ocupará equivale a los locales que en la Quinta Avenida tienen Abercrombie, H&M y la NBA.

El título de la biografía de este empresario es elocuente: "Una victoria, nueve derrotas". Esa fascinación por entender y aprender del fracaso es lo que le define como gestor. Uniqlo, que facturó en 2009 7.000 millones de dólares (proyecta 9.000 millones para 2010), cuenta hoy con 950 tiendas, la mayoría en Japón. Tiene 136 fuera de su mercado doméstico, en ciudades como Seúl, Londres, París, Moscú y Shanghai.

Solo un 10% de las ventas le llegan del exterior. Pero al ver su cifra de negocio se podría decir que es el equivalente de Apple en el mundo de la moda. Al igual que la firma de Steve Jobs, la japonesa está desafiando la peor recesión en ocho décadas. Hasta el punto de que ha aumentado un 30% su facturación en un año. Su tienda en SoHo es capaz de vender 2.000 unidades de una misma chaqueta en tan solo un día.

La primera tienda de Uniqlo abrió en junio de 1984. La expansión internacional arrancó en 2001 en Reino Unido con pequeños locales. Y con igual estrategia se introdujo cuatro años después en EE UU, con un pequeño local en el Upper West Side neoyorquino y tres en centros comerciales en Nueva Jersey. La aventura, sin embargo, no le fue lo bien que pensaba, y esas tiendas cerraron.

Corrigió el tiro. Y como no puede ser de otro modo, ahora mira a China. Su objetivo es operar allí más de 1.000 tiendas en una década y obtener unos 11.000 millones en ventas adicionales. Esto se encuadra en la estrategia de Fast Retailing de abrir 500 nuevos locales al año a escala internacional. Uniqlo podría llegar así en un plazo de tres a cinco años a Madrid o Barcelona. También mira hacia América Latina.

El objetivo es lograr 50.000 millones en ventas en 2020, y un beneficio de 10.000 millones. Yanai, el hombre más rico del mundo, con una fortuna estimada en 9.000 millones, quiere ser el más grande del sector. Más grande incluso que Inditex, controlada por el hombre más rico de España, Amancio Ortega. Una ambición que no oculta. Pero para lograrlo quizá tenga que hacer algo más. Se especula con que podría hacerse con la marca de ropa informal Gap, que atraviesa serios apuros.

La compañía explica el éxito de su modelo en "el control total del proceso", desde la organización de la producción de la ropa hasta la presentación de los artículos en tienda. Tiene un decálogo de principios que deben seguir todos los empleados en sus tiendas. Y a diferencia de Zara, se concentra en menos artículos.

Uniqlo no va a la caza de las nuevas tendencias. Su secreto está en el volumen y el manejo de las existencias. Eso le permite rebajar al máximo el precio. La expansión de la marca se aprecia también en el tamaño de sus tiendas, que en cinco años duplicó un espacio medio de 1.650 metros cuadrados. En el formato más grande, la superficie está en torno a los 3.300 metros, como la de SoHo. La de París es ahora la segunda más importante de la marca.

La que Uniqlo abrirá en breve en el 666 de la Quinta Avenida ocupará unos 8.350 metros cuadrados. Es decir, para igualar el negocio de la que ahora es su tienda más grande deberá vender el triple. Y en una ciudad como Nueva York, los agentes inmobiliarios echan mano de sus modelos de cálculo para determinar en cuánto se traduce eso en ventas por metro cuadrado: unos 60.000 dólares al año, o más de 450 millones para el conjunto de la tienda.

Es un total similar al que factura Apple en su tienda con forma de cubo. Pero la diferencia es que Uniqlo vende camisas de vestir a 15 euros al cambio y jerséis de cachemir a 60. El éxito de Yanai es difícil de replicar en el mundo corporativo, y menos en un país como Japón, cuya economía está acosada por la deflación y la baja demanda. Por eso su prioridad es hacer de Uniqlo una marca global.

Dos jóvenes ojean una prenda en la tienda de Uniqlo en el barrio neoyorquino de SoHo.
Dos jóvenes ojean una prenda en la tienda de Uniqlo en el barrio neoyorquino de SoHo.ASSOCIATED PRESS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_