Una muestra de unidad árabe sin precedentes en Oriente Próximo se materializó ayer en Beirut. Se trataba de evitar una nueva crisis interna en Líbano, donde las filtraciones sobre el dictamen del tribunal internacional de la ONU que investiga el asesinato, en febrero de 2005, del primer ministro Rafik Hariri amenazan con dinamitar una estabilidad cosida con alfileres.
Gianfranco Fini pasa al contraataque. Un día después de su expulsión del Pueblo de la Libertad, el partido que él mismo contribuyó a fundar, convocó a la prensa para levantar la voz contra el primer ministro Silvio Berlusconi, principal responsable de su excomunión.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, había prometido emplearse a fondo en los problemas de seguridad tras los disturbios registrados hace dos semanas en Saint-Aignan, en el centro del país, y en Grenoble, en el este. El mandatario cumplió con su promesa al anunciar ayer una batería de medidas destinadas a luchar contra la delincuencia y en especial la practicada por personas de origen extranjero.
Con la muerte, el jueves, de Ignacio Nacho Coronel, capo del cartel de Sinaloa, el Gobierno de Felipe Calderón ha asestado el golpe más duro a las redes de tráfico de droga en México en muchos años. El narcotraficante, por el cual EE UU ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares (3,8 millones de euros), murió en un enfrentamiento con el Ejército en un exclusivo barrio residencial de la periferia de Guadalajara (Estado de Jalisco, oeste del país).
El Pentágono ha advertido, por medio de sus principales responsables, que la investigación abierta sobre la aparición de los papeles de Afganistán será profunda y hasta las últimas consecuencias. Se tratará de evitar, ha advertido el secretario de Defensa, Robert Gates, nuevas filtraciones como la de la página de Internet Wikileaks que comprometen seriamente la seguridad de Estados Unidos y de sus aliados.