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Reportaje:SUDÁFRICA 2010 | Semifinales: Uruguay-Holanda

Una historia de dos laterales

Van Bronckhorst marcó uno de los goles del Mundial y Cáceres, impotente ante Robben

Los dos laterales izquierdos en la semifinal de anoche entre Holanda y Uruguay, Giovanni Van Bronckhorst y Martín Cáceres, han jugado en el Barcelona y ambos han ganado, sobre el papel, la Liga y la Champions. Ahí acaba todo parecido entre ellos. Una de las diferencias es que Van Bronckhorst, el capitán de Holanda, ha ganado los dos títulos sobre el césped también, ya que Cáceres apenas vistió de corto durante su triste, decepcionante y breve paso por el Barça. Tras el partido de anoche la diferencia entre los dos jugadores es, para desgracia de Cáceres, aún más abismal.

Van Bronckhorst, que anunció su retirada de la selección tras el Mundial y del fútbol tras rescindir contrato con el Feyenoord, empezó su carrera internacional hace 14 años y el de Sudáfrica es su tercer Mundial. Cáceres juega para su selección desde hace tres años y anoche disputó su primer partido mundialista. El holandés, de 35 años, arrancó la semifinal con el brazalete, consolidado como veterano profesional, en la cima de una carrera intachable. El uruguayo, que a sus 23 años ya ha sido cedido por el Barcelona al Juventus y vive bajo la amenaza de que se evapore todo lo que su fútbol prometía hace poco, inició el partido gracias a la lesión de un compañero y rodeado de rumores, que le señalaban como la oveja negra de la plantilla uruguaya, peleado con el técnico.

El uruguayo pateó la cara de un rival al intentar un remate de chilena
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Holanda, en la cima tras 32 años

Para colmo, Cáceres se vio con la obligación de marcar al jugador más peligroso de Holanda, Arjen Robben. En el minuto cuatro, Robben lo dejó plantado, como si no estuviera, centró desde la izquierda y Kuyt disparó sobre el travesaño la que fue la primera clara ocasión de gol holandesa. Nervioso desde ese momento, el único recurso que le quedó al joven uruguayo fue la garra charrúa. En estado puro. Porque en el minuto 30, intentó una especie de chilena en el borde del área holandesa que, lejos de dar con el balón, casi le rompe la cara al medio centro De Zeeuw. Le costó una tarjeta amarilla y podría haber sido más. Al final, el tercer y definitivo gol holandés lo marcó... Robben, que podría haber anotado dos más si no le hubiera fallado la puntería.

Para entonces, Gio ya había marcado uno de los goles del Mundial, un zurdazo inesperado e imparable desde 30 metros. Siempre tuvo una zurda privilegiada y siempre, como se vio anoche, ha sido un jugador fiable y muy profesional. Triunfador también en el Arsenal, ha sabido adaptarse al nuevo juego de la selección holandesa, menos fantasioso que en sus anteriores 14 años como internacional, menos del gusto de Johan Cruyff, pero más eficaz y menos vulnerable a los nervios que han acabado traicionando a equipos más vistosos que el actual.

El gol de anoche, el que contribuyó a que Holanda llegará a su primera final de un Mundial en 32 años, quizá marque el momento culminante de la larga carrera de Van Bronckhorst. La única ventaja que tiene Cáceres sobre él son sus 12 años menos de vida. Si al final de su etapa profesional el uruguayo logra la mitad de lo que ha logrado el holandés, será una hazaña y, más, una extraordinaria sorpresa.

Finales de Holanda

- El equipo naranja disputará por tercera vez el título

en nueve participaciones.

- El primero lo perdió contra el anfitrión en Alemania 1974 por 2-1 (Breitner, m. 25, penalti; y Müller, m. 43; Neeskens, m. 2, de penalti).

- En Argentina 1978, cayó de nuevo ante el equipo de casa por 3-1 (Kempes, m. 38 y 105, y Bertoni, m. 116; Nanninga, m. 82).

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