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El presidente no caminó solo

Como el Liverpool, o el modesto CD Olímpic que preside, Alfonso Rus Terol no caminó solo hacia el banquillo. Desde antes de las nueve, hora de la citación, varias decenas de cargos públicos del PP, entre concejales, alcaldes y cuadros, le prestaron apoyo moral y presencial. En las escaleras de acceso a la sala, ambiente de concierto de rock: sudorosos empujones por ganar la posición antes de la apertura de puertas. Al inicio, la juez reveló que la defensa solicitó que no se permitiese el acceso a los medios gráficos, si bien la magistrada aclaró que la doctrina del TSJ solo prevé esta circunstancia en casos muy justificados. Rus no pudo evitar las incómodas imágenes en el banquillo. A la salida, el dirigente popular fue recibido con una cerrada ovación solapada con los eslóganes y pancartas de miembros de Escola Valenciana pidiendo a Rus educación. Alguien se preguntó en voz alta por la ausencia de Canal 9 entre los medios allí convocados. "Es una vergüenza que me sienten en el banquillo por decirles gilipollas a tres señores", dijo Rus. Aunque negó haberse retractado de sus palabras. La sentencia, asegura, no le preocupa. Pero expresó su confianza en la Justicia: "Si no, sería muy duro". "¡A almorzar!", espetó Rus a los suyos tras las declaraciones. Fin del trago. Diego Gómez, presidente de Escola Valenciana, anunció que pediría su dimisión en caso de sentencia desfavorable.

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