Privado por efecto de la política
Un nuevo paso en la dilatada trayectoria profesional de Manuel Pizarro Moreno (Teruel, 1951), que fue presidente de Endesa, Ibercaja y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), y vicepresidente de la Bolsa de Madrid, además de diputado por el PP. Ahora ha decidido ejercer la carrera que eligió de joven y en la que obtuvo sus primeros logros, tras abandonar la política, en la que tanto le costó entrar, a principios de este año.
Pizarro es abogado del Estado y académico de número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación; así como agente de cambio y Bolsa. Ya ha ocupado su nuevo despacho en las oficinas que tiene en el paseo de la Castellana el primer bufete de abogados internacional que llegó a España, Baker & McKenzei, donde ha fichado como socio internacional y presidente del consejo de administración de la firma en Madrid.
El abogado del Estado aragonés vuelve a su vocación de juventud
De carácter dialogante y campechano, este aragonés ejerciente vuelve a la empresa privada. Su incursión en la política no ha sido todo lo fructífera que esperaba o podía pensarse, dado su perfil. Quizá por ello le costó tanto afiliarse al PP, partido al que muchos de sus amigos le invitaban a ingresar. Eso fue en 2008 y a petición de Mariano Rajoy, que le presentó como fichaje estrella para las elecciones. Se cuenta que rechazó tres veces la oferta, y a la cuarta, aceptó. Y así se convirtió en diputado y portavoz del PP en la Comisión Constitucional del Congreso. Entonces era cuando Pizarro declaraba tener necesidad de "desintoxicarse" de los temas económicos, en los que había trabajado durante gran parte de su vida profesional, para volver a su vocación jurídica.
Descartada la vía política (donde presume de tener buenos amigos, tanto en el PP o en el PSOE), este admirador de los ilustrados del siglo XVIII, se encargará de diseñar operaciones corporativas complejas y del área de Energía en Baker & McKenzei. Su experiencia al frente de Endesa, en donde tuvo que lidiar con los ataques de Gas Natural para hacerse con su control, en un proceso de opas encadenadas que se convirtió en un verdadero culebrón y que se cerró en 2007 con su salida de la compañía y el nombramiento de José Manuel Entrecanales como presidente, le proporciona un gran valor. Lo mismo que su carácter de buen consejero, del que también presume habitualmente, al declararse un hombre sin aristas. -
