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Una mujer muere degollada en su piso de Centro

Los agentes de Homicidios descartan el móvil del robo

F. Javier Barroso

María Luisa Pérez Fábregas, una vecina de Centro de 65 años, murió la noche del jueves degollada en su domicilio, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía. La mujer fue hallada sin vida, tendida sobre su cama, por la madre, de 88 años. El crimen eleva a 17 las víctimas mortales registradas en la región en lo que va de año.

Sobre las 11 de la noche del jueves el teléfono de emergencias 112 recibió una llamada solicitando el envío a la vivienda de María Luisa Fábregas de una UVI móvil del SUMMA. La llamada de auxilio la realizó el primo de la víctima, José Luis, que además es doctor.

La víctima había quedado con su madre para tomarse algo juntas en una terraza. María Luisa no había acudido a la cita. Inquieta, la anciana había optado por dirigirse al piso de María Luisa, el 7º A del número 1 de la plaza del Carmen. Según relató la mujer, su alarma aumentó cuando, tras entrar a la casa, nadie respondió a sus llamadas.

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Cuando pasó al dormitorio, la mujer halló a María Luisa tumbada hacia el lado derecho encima de la cama. Tenía un profundo corte en el cuello. Comenzaba en la parte izquierda, lo que hizo suponer a la policía en un principio que podía tratarse de un suicidio.El cadáver de la víctima, sin embargo, también tenía cortes y moratones en el brazo izquierdo, como si hubiera intentado defenderse. Cuando llegaron los facultativos de una UVI móvil del SUMMA, solo pudieron certificar la muerte. "Desde el primer momento, cuando la examiné, aprecié una herida inciso contusa en el cuello y comprobé que no había nada que hacer, que llevaba ya algún tiempo muerta", explicó el primo de la víctima. Este reside en el mismo edificio que María Luisa, que, según explicaron sus familiares, estaba soltera y no se le conocían enemigos.

Los policías del radiopatrulla avisaron a los agentes de Homicidios y a los especialistas de la Policía Científica, que hicieron la inspección ocular del piso. Este quedó precintado por la noche y los funcionarios terminaron de recoger pistas ayer por la mañana. "Hubo mucho movimiento y no paraba de subir y bajar gente. Hasta cerca de las dos de la madrugada no paró todo", destacó algún vecino. La policía, que ya había llegado al escenario del crimen cuando llegó el SUMMA, registró la vivienda y halló más de 1.000 euros en efectivo. Esto descarta, en principio, la hipótesis del robo.

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La autopsia, que le fue practicada al cadáver ayer por la mañana en el Instituto Anatómico Forense, eliminó toda duda: la mujer había sido asesinada y había intentado defenderse de su atacante. "No entendemos nada. En la casa no faltaba nada. Lo que no se ha encontrado todavía es el arma utilizada. Lo más probable es que se la llevara el que la mató", afirmó José Luis. "Quedan muchas preguntas en el aire. Nadie entiende cómo se puede hacer una cosa así, sobre todo a una persona tan discreta como mi prima", añadió.

María Luisa trabajaba desde hacía 30 años como funcionaria del Archivo Central de la Dirección General de la Policía, en el complejo de Canillas. Estaba soltera y vivía con su madre. María Luisa siempre había vivido en este inmueble. Un familiar suyo había sido propietario del edificio, que incluía un teatro y la sala de fiestas. Con el paso del tiempo había tenido que venderlo a otro particular.

La mujer mantenía una relación desde hacía 40 años con un hombre, con el que solía quedar todas las tardes a partir de las seis y media en su casa. De hecho, la policía tardó en difundir la noticia del crimen ante la posibilidad de que el asesino fuera el novio y que, al enterarse de que el cadáver había sido encontrado, huyera de Madrid.

El compañero sentimental acudió ayer por la tarde al piso, como hacía habitualmente. Al poco de entrar, acudieron agentes del Grupo V de Homicidios, que se encargan de las investigaciones, y lo trasladaron a dependencias de la Brigada Provincial de Policía Judicial. Anoche continuaba prestando declaración, según fuentes policiales.

"Era una persona muy maja, muy buena gente, aunque algo introvertida y a veces altiva. Eso sí, muy educada, siempre te saludaba y, si podía, iniciaba alguna conversación para hablar del tiempo o de cualquier cosa sin importancia", destacaron varios vecinos al describir a María Luisa. Otros residentes explicaron que la víctima había recibido una orden de desahucio que iba a ser ejecutada en unos 15 días. No había pagado el alquiler desde hacía más de dos años. "Sí, tenía problemas económicos, pero siempre aseguraba que podía pagar lo que debía y así evitaría que la echaran", explicó el médico.

Decenas de personas acudieron ayer al tanatorio para despedir a María Luisa. Está previsto que hoy sea incinerada en el cementerio de la Almudena.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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