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La Casa Blanca admite su culpa en el vertido del Golfo

El supervisor de las perforaciones presenta su dimisión

El vertido del Golfo de México está aún incontrolado; se ha ampliado a un 19% la zona cerrada a la pesca en las costas de Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida; restos de petróleo están llegando al sur de la península de Florida; y la petrolera BP está aún lejos dar con la forma de sellar la fuga. En este contexto, la Casa Blanca anunció ayer la creación de una comisión de investigación propia, a añadir a la docena que ya está en marcha. El secretario del Interior, Ken Salazar, admitió en el Senado parte de culpa del Gobierno federal en la cadena de fallos que han provocado la catástrofe ecológica.

Salazar, cuyo departamento es el encargado de conceder los permisos a las empresas petrolíferas, admitió que el Ejecutivo no ejerció como debía sus labores de supervisión sobre la plataforma Deepwater Horizon, que estalló el 20 de abril y provocó la muerte de once personas. Debido a un cambio de normativa bajo el mandado de George Bush, a BP no se le requería tener un plan de actuación ante un eventual vertido de la plataforma.

"Necesitamos una limpieza a fondo", dice el secretario del Interior
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"Necesitamos hacer una limpieza a fondo", dijo Salazar ante el Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado, refiriéndose a la reorganización que ha ordenado de la Agencia de Gestión Minera, que concede los permisos de exploración y perforación y que supervisa que las empresas privadas cumplan con los protocolos de seguridad. La semana pasada, Obama criticó la "relación íntima" de esa agencia con las compañías petrolíferas. De momento, dimitió ayer Chris Oynes, director adjunto encargado de supervisar las perforaciones petrolíferas en alta mar un alto funcionario de esa agencia. Se iba a jubilar el 30 de junio, pero ha adelantado su marcha a finales de este mes.

La comisión de investigación ordenada por Obama analizará las causas del accidente y propondrá cambios en la normativa que regula las perforaciones petrolíferas. Un grupo de ocho legisladores, liderados por la senadora por California Barbara Boxer, han pedido al Departamento de Justicia que presente cargos criminales si estima que BP mintió al Gobierno cuando dijo, en la solicitud de exploración petrolífera en el Golfo, presentada en 2009, que podría responder a un eventual vertido y contenerlo con rapidez. Tres semanas después del accidente, el vertido sigue incontrolado, creciendo, según BP, a razón de 5.000 barriles diarios.

Los científicos que controlan el vertido temen que pase pronto a la corriente de Lazo que llega hasta el sur de Florida. Ayer tuvieron una primera confirmación: la Guarda Costera ha encontrado 20 pelotas de un material semejante al petróleo en los cayos de Florida, a unos 700 kilómetros del vertido. El análisis de ese material dirá si procede del accidente de la plataforma Deepwater Horizon.

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