Atropello doble de Miguel

Miguel Brito (Lisboa, 1980), defensa derecho del Valencia, atropelló ayer por la mañana con su coche a dos mujeres en un paso de cebra de la localidad valenciana de L'Eliana. Las víctimas, de 74 y 68 años, sufren diversos "traumatismos" y, a media tarde, la primera seguía en observación mientras que la segunda fue trasladada al hospital La Fe, de Valencia, con pronóstico reservado, según la consejería de Sanidad.

El internacional portugués relató que el accidente se produjo cuando intentó esquivar al vehículo de delante después de que frenara bruscamente. Según fuentes municipales, quiso eludir a las mujeres, pero las golpeó, así como al coche del carril contiguo. Ambos conductores fueron sometidos a la prueba de alcoholemia, que resultó negativa. La policía local entiende que el siniestro fue "fortuito", fruto de un "despiste", aunque la investigación no está cerrada. Los agentes tomaron declaración a Miguel y las diligencias se remitirán al juzgado de guardia.

"Me he encontrado delante a las dos señoras y no las he podido evitar. Estoy muy preocupado y les pido perdón de corazón. Espero que se recuperen cuanto antes", dijo Miguel. "Una se quejaba mucho de una pierna. Espero que no sea nada", concluyó el jugador, que se dirigía al entrenamiento del equipo de Unai Emery, que se enfrentó anoche al Xerez en Mestalla con él sobre el césped.

Tan buen futbolista como indisciplinado, la carrera de Miguel ha estado jalonada de altercados. Desde que en el verano de 2005 forzara su salida del Benfica para fichar por el Valencia, que pagó por él ocho millones de euros, ha protagonizado diversos incidentes.

El penúltimo fue el pasado 26 de diciembre, en las vacaciones de Navidad, cuando a las cinco de la madrugada "cuatro o cinco individuos", entre ellos el propio Miguel, intentaron entrar en una discoteca de Lisboa cerrada. Se produjo una disputa y se oyeron unos disparos. Dos horas después, Miguel y sus acompañantes regresaron al lugar de los hechos y fueron detenidos temporalmente. A uno de sus acompañantes se le requisó un arma de fuego.

No era el primer contacto de Miguel con la policía. En enero de 2008, una gresca en una discoteca de Valencia a altas horas de la madrugada acabó a puñetazos y con dos jugadores del conjunto de Mestalla en la comisaría: Miguel y el centrocampista Manuel Fernandes, también portugués. Fue el 4 de enero de 2008 y Fernandes hubo de pasar la noche en comisaría. Miguel, acompañado por su hermano, no fue detenido y explicó a la mañana siguiente su versión. Según dijo, habían sido acusados por otro cliente del establecimiento de robar un reloj. Un mes después, el consejo de administración del Valencia comunicó a los dos futbolistas, aunque Fernandes ya había sido cedido al Everton, inglés, que habían sido sancionados por faltar al régimen disciplinario, sin concretar el importe de la multa.

El pasado 20 de noviembre, Miguel se durmió y llegó tarde al trabajo el día de la fotografía oficial del equipo y olvidándose de la corbata naranja con la que debía salir en la imagen. El club tuvo que recurrir al photoshop.