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Reportaje:

Estafa en el geriátrico

La dueña de una residencia de Mutxamel se enfrenta a 11 años por hacerse mediante engaño con la herencia de siete ancianos

La mayoría de ancianos que pasaban por el geriátrico la declaraban su heredera universal. La inusual iniciativa de los usuarios del centro trasladó a sus familiares a esta disyuntiva: o recibían un trato exquisito por parte de su anfitriona o eran víctimas de sus artimañas. Una investigación judicial destapó que se trataba de la segunda opción. La supuesta autora de esta sibilina estafa es María Josefa Sánchez Díaz, directora y dueña de la residencia de la tercera edad Santa Teresa de Jesús, en Mutxamel.

La vista oral por estos hechos, ocurridos entre 1996 y 2002, comenzó ayer en la Audiencia de Alicante. La procesada se enfrenta a un total de 11 años y 9 meses de cárcel por siete delitos de estafa, según la calificación inicial del fiscal. El ministerio público también fija una indemnización global de 224.000 euros para los familiares de los ancianos. El fiscal pide la nulidad de una decena de escrituras notariales en las que los afectados testaban a favor de la acusada.

Según el fiscal, se aprovechó del desamparo de los ancianos
"Solicitó la incapacidad de mi madre sin su conocimiento"

En su declaración, la procesada negó las imputaciones, aunque a preguntas de su abogado (se negó a contestar al fiscal y a la acusación particular) sí admitió su participación en dos casos para cobrar las deudas contraídas por los ancianos por su estancia en la residencia. La mensualidad media por estancia era de 1.100 euros.

El fiscal mantuvo la tesis contraria y aseguró que la directora se aprovechó de la situación de desamparo y soledad de los ancianos y se prevalió de la dependencia física y psíquica de estas personas de edad avanzada respecto a ello. "Y con ánimo de obtener un beneficio económico logró con sus artimañas sobre los ancianos que estos la declararan heredera universal", precisó el fiscal.

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Mediante este sistema, la directora de la residencia lograba que los ancianos testaran ante notario en su favor. La cuantía de las herencias de los octogenarios así estafados no está cuantificada.

En otros casos, la acusada también conseguía mediante actas notariales que los ancianos le capacitaran para intermediar en la venta de sus bienes inmuebles con la excusa de saldar sus deudas por la estancia en geriátrico. La hija de una anciana afectada declaró que la directora intentó convencer a su madre, una anciana con demencia senil, para que vendiera un piso valorado en 60.000 euros para hacer frente a una deuda de unos 6.800 euros por apenas medio año de estancia. "Primero me dijo que la estancia iba a ser gratuita, y luego intentó solicitar la incapacidad de mi madre sin su conocimiento y sin mi consentimiento", aseveró la testigo.

La vista oral sigue hoy con la declaración de más testigos y el notario que avaló las operaciones.

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