Girona revive el fantasma del apagón

El teléfono empezó a emitir ruiditos a las cuatro de la madrugada del martes. A María Cañizares, de 35 años, no le quedó otra que levantarse y apagarlo. El aparato reclamaba electricidad y no la tenía. Un cable de media tensión se había desprendido en Santa Cristina d'Aro (Baix Empordà). Unos 7.000 abonados de Endesa se quedaron ayer a oscuras 15 horas (de las 0.30 a las 15.30.) Cañizares ya estuvo cuatro días sin luz por la nevada del 8 de marzo. "¿No se suponía que ya lo habían arreglado? No puede ser que por una ráfaga de viento se vaya todo al suelo", se lamentaba.

Girona revivió ayer el fantasma del apagón de hace dos meses, cuando 220.000 usuarios se quedaron sin electricidad en la Costa Brava. Entonces el problema fue la nieve, que derribó 33 torres de alta tensión. Con el revuelo de la desconexión de ayer, la eléctrica aprovechó para anunciar las compensaciones por aquella semana negra: los afectados por la falta de luz de marzo recibirán entre 60 y 80 euros por día. Sólo hay que llamar a partir del jueves al 900 847 384 y dejar constancia del número de abonado y de los días sin luz. Los que pasaron dos días a oscuras recibirán 60 euros; por tres días, 120 euros; por cuatro, 190; por cinco, 270. A partir de ahí, hay que sumar 80 euros por día. Endesa calcula que nadie estuvo más de 11 días sin fluido eléctrico, lo que supone 750 euros.

Pero esa compensación económica no tiene nada que ver con la avería de ayer, causada por el viento. Una masa de aire derribó el martes a las 0.30 un cable de una línea de media tensión que Endesa estaba reparando todavía a raíz de la nevada. El incidente afectó a Santa Cristina d'Aro, Sant Feliu de Guíxols, Pals y Torroella de Montgrí (Baix Empordà). La red eléctrica de Girona sigue en estado precario. El 30 de junio es la fecha límite que da la eléctrica para que todo recupere la normalidad.

De madrugada un segundo problema afectó al suministro en el Alt Empordà. A causa de la tramontana, los cables eléctricos chocaban entre sí, lo que provocó la desconexión automática e intermitente de la red. Hasta mediodía, La Jonquera, Portbou, Llançà y algunos puntos de Figueres y Colera sufrieron apagones.

La eléctrica dio por restablecida el servicio a las 15.30, pese a que unos 400 abonados de la urbanización de Romanyà, en Santa Cristina d'Aro, seguían sin luz. "Son 400 hogares, pero en la práctica muchas viviendas son segundas residencias", indicó un portavoz de la compañía. Endesa envió grupos electrógenos hasta que se recupere el servicio.

El alcalde de Santa Cristina d'Aro, Ricard Herrero (PSC), se mostró disgustado por la gestión del apagón de ayer. "Los técnicos de Endesa no han hecho nada hasta hoy por la mañana [por ayer]", lamentó. La eléctrica explicó que el problema con el cable se había producido en una zona montañosa de difícil acceso, lo que complicaba la llegada de la maquinaria.

Los ayuntamientos son los que dan la cara cuando se producen apagones y los que tienen que salir corriendo cada vez que se va la luz. A primera hora de ayer, Herrero salió con varios técnicos del Consistorio para tratar de encontrar la avería. Endesa también los tendrá en cuenta a la hora de las compensaciones. La eléctrica ha aprobado un fondo de 1,5 millones que se repartirá entre los ayuntamientos afectados por el apagón de marzo. Una comisión de representantes de las dos partes distribuirá el dinero.