Cámara, acción... ¡todos al suelo!
Es la mañana del 23 de febrero de 1981 y el teniente coronel Antonio Tejero está en la cocina de su casa. Su mujer, Carmen Díez, está corrigiendo unos exámenes mientras desayuna. "¿Te tuesto un poco de pan? Quedan unas madalenas...". "No, no, ya me lo tomo en la calle. ¿Te queda mucho, ratita?". "Un par de exámenes. Cada día escriben con más faltas. No sé este país dónde va a llegar cuando estos niños crezcan".