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Reportaje:LIGA DE CAMPEONES | Vuelta de los cuartos de final

La indulgencia está prohibida

El Barça aspira a acabar hoy el partido que dejó pendiente en Londres contra el Arsenal

Ramon Besa

Al Barcelona le toca acabar hoy en el Camp Nou un partido que empezó muy bien el miércoles en el Emirates Stadium. Al Arsenal le alcanzó con el último cuarto de hora para salir de Londres cantando God Save the Queen después de un monólogo excelso de una hora por parte del Barça. Difícilmente se puede jugar mejor de como lo hicieron los azulgrana en aquella primera parte, y así lo aseveró incluso Guardiola, que ahora no las tiene todas consigo para la vuelta: "Que se olvide la gente de que van a ver el mismo partido", anunció. "No espero 11 ocasiones de gol en 15 minutos ni 22 disparos a portería. La ronda está muy abierta".

El empate a dos concedido al final por el Barça ha aumentado el debate sobre su juego. A veces da la sensación de que para los resultadistas, Guardiola no será nunca el entrenador perfecto hasta que no le salga la mandíbula de Capello ni se le ponga la cara de Mourinho. Los barcelonistas no supieron cerrar la eliminatoria cuando la tuvieron de su parte y ahora se ven abocados a un encuentro complicado por la peligrosidad del rival y por sus propias dudas: los azulgrana se han quedado sin sus centrales titulares, Puyol y Piqué, sancionados, y sin su delantero centro, Ibrahimovic, goleador en Londres y lesionado.

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A Guardiola le toca elegir entre Henry o Bojan y entre Márquez o Touré, cuestiones reveladoras sobre el momento del Barça. Titi tiene 33 años, está de vuelta de todo y aspira a jugar a la carta, sobre todo como 9, motivos suficientes para pensar que le haría ilusión actuar contra el equipo que le llevó a la fama por más que la hinchada esté harta de su vedetismo y de sus tendones. La afición parece estar de parte de Bojan, que a sus 19 años viene jugando muy bien y marcando goles: ocho por tres del francés. Márquez, por su parte, ha salido retratado en varios de los goles encajados por Valdés y se sospecha sobre su fiabilidad tras jugar 17 minutos en mes y medio.

Touré funcionó excelentemente como central la temporada pasada en los partidos más exigentes, sobre todo en las finales, y de ahí que no se descarte que se junte por vez primera con Milito. Márquez y Henry fueron precisamente los dos futbolistas que Guardiola salvó de la quema nada más llegar al Camp Nou y anunciar la salida de Ronaldinho, Deco y Eto'o. El técnico necesita hoy la mejor versión de ambos, excelentes la temporada pasada y nada productivos en la actual. Guardiola insiste con el discurso de la ida para resolver la vuelta por encima de las individualidades: posesión, circulación más que conducción, solidaridad, intensidad, presión y concentración.

La recuperación de Iniesta anima a los azulgrana de la misma manera que la baja final de Song rebaja las aspiraciones de los gunners, ya muy disminuidos por las lesiones de Arshavin, Gallas, Van Persie y, sobre todo, de su capitán, Cesc. Wenger aspira a recuperar al veterano Campbell y confía en el liderazgo de Nasri, decisivo ya en la ronda de octavos contra el Oporto. Al Arsenal le anima su capacidad de supervivencia -"nunca nos damos por vencidos ni nos rendimos", subraya Wenger-, y detalles como la velocidad de Walcott o que los azulgrana no hayan ganado en las últimas cinco visitas de equipos ingleses.

"Hay que intentar empequeñecer el campo y tener la pelota", afirma Wenger. "Nosotros vamos a intentar ensancharlo y alargarlo y, por supuesto, tener el balón", replica Guardiola. "Es el partido más imporante del año, el que marcará nuestro futuro", acaba Guardiola y asiente Messi, llamado a marcar las diferencias. Los azulgrana aspiran a jugar su tercera semifinal consecutiva, la 12ª de su historia, un momento suficientemente solemne como para no reparar en el clásico del sábado en el Bernabéu. La Champions penaliza las distracciones y el Camp Nou no admite hoy indulgencias ni imitaciones, y menos después del partido del miércoles en el Emirate Stadium.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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