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Reportaje:Los vínculos internacionales del terrorismo

Un etarra en las altas esferas

Cubillas, reclamado por tres asesinatos, trabaja de jefe de seguridad en un ministerio venezolano y está casado con la jefa de comunicación del vicepresidente de Chávez

Arturo José Cubillas Fontán espera que la ola pase. Esta es al menos la cuarta vez en 20 años, desde que llegó a Venezuela deportado desde Argelia, que su nombre vuelve a salir en los diarios asociado al pasado que lo vincula con ETA y tres asesinatos. Pero en esta ocasión, la Audiencia Nacional afirma tener pruebas de que desde 1999, él es el responsable del colectivo de la banda terrorista en Venezuela y quien ha coordinado las relaciones entre el ETA y la guerrilla de las FARC, con apoyo del Gobierno de Venezuela.

Cuando era cocinero era más sencillo esconderse. Pero desde que ocupa cargos en el Gobierno de Hugo Chávez ya no es tan fácil. El 20 de octubre de 2005 Cubillas fue nombrado director adscrito a la Oficina de Administración y Servicios del Ministerio de Agricultura y Tierras, y desde 2007 es Jefe de Seguridad del Instituto Nacional de Tierras, que depende del mismo ministerio. Por su trabajo, viaja continuamente a los estados llaneros Barinas y Guárico, el primero de ellos, gobernado por Adán Chávez, el hermano del presidente.

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Cubillas participa, junto a la Guardia Nacional, en la expropiación de tierras y tiene estrechos vínculos con el Frente Nacional de Campesino "Ezequiel Zamora", creado por Chávez para hacer la "guerra al latifundio".

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La esposa de Cubillas, la periodista venezolana Goizeder Odriozola, es aún más conocida que él. Desde el 19 de enero de 2005 ha ocupado seis altos cargos en el Gobierno de Chávez y actualmente es directora de la Oficina de Información y Relaciones Públicas del Ministerio de Agricultura y Tierras. Pero, sobre todo, es la mano derecha de Elías Jaua, el vicepresidente ejecutivo que se encargaría de la presidencia en caso de que faltara Hugo Chávez.

Cubillas llegó a Caracas deportado desde Argelia el 28 de mayo de 1989. Un año después se casó con Odriozola. No existe ningún documento que certifique el acuerdo suscrito entre España y Venezuela. "No hay nada escrito de ese acuerdo. Felipe González me llamó por teléfono y me preguntó si podíamos recibir un avión con unos vascos que querían mandar. Lo consulté con el presidente Carlos Andrés Pérez, que dijo que sí, y luego llegaron en un avión del Gobierno", cuenta Enrique Tejera París, canciller venezolano durante la época en que se acordó el traslado. ¿Bajo qué condiciones estarían estos vascos en el país? "Bajo ninguna", agrega Tejera.

De ese avión bajaron once vascos, entre ellos Arturo José Cubillas. En mayo de 1990, un segundo avión llegó desde Panamá con Juan José Aristizábal, Koldo Sarategi y a Ángel Aldana. Por el mismo método también llegaron a Venezuela otros seis etarras, entre ellos Juan Lorenzo Ayestarán, detenido la semana pasada en Francia.

Tejera París sólo volvió a saber de los deportados en 1996, cuando el entonces embajador de España en Venezuela le recomendó un restaurante donde trabajaba Arturo Cubillas. "Los cocineros son etarras, pero se come muy bien", dice Tejera que le contó el embajador. Oker's se llamaba el lugar, ubicado en las afueras de Caracas.

Cubillas regentaba la cocina junto a otros tres vascos que habían trabajado con él en el restaurante del Centro Vasco de Caracas. Tuvo que dejar los calderos cuando, además del embajador, los diarios españoles supieron de su paradero y los dueños del local le pidieron que abandonara el negocio.

Cubillas deambuló por dos cocinas más: obtuvo la concesión del restaurante del Centro Catalán y luego, la del Centro Vasco. Distribuía libros de la editorial Txalaparta y pensaba montar su propio negocio cuando Chávez llegó al Gobierno. Entonces, volvió a la política.

El 18 de julio de 2002 Cubillas fue detenido por "obstaculizar la acción de la justicia" en la búsqueda de seisetarras cuya deportación había solicitado España. Fue capturado durante un acto público en el que participaban los miembros de Batasuna Javier Zubizarreta, entonces alcalde de Arrasate, y Mikel Corta. Cinco horas más tarde fue puesto en libertad.

Todo comenzó a cambiar el 24 de febrero de 2003, cuando la Defensoría del Pueblo de Venezuela apoyó a Cubillas al denunciar que estaba siendo perseguido por la policía española.

Cuatro años después, Juan Contreras, representante de la oficialista Coordinadora Simón Bolívar (CSB) y compañero de trabajo de Cubillas, reconoce los estrechos vínculos que durante los últimos 11 años han tenido los movimientos sociales que apoyan a Chávez con los nacionalistas vascos. Todos los años, desde 1999, la Coordinadora recibe entre 10 y 20 representantes de la Red Askapena y también forma parte de la Red Gernika. "Tuvimos una relación con Batasuna, pero no con ETA. Se trata de criminalizar esa relación, pero una cosa es ETA y otra, las organizaciones del pueblo", dice Contreras.

Sin embargo, en enero de 2008, la CSB dejó sus siglas pintadas con spray en la fachada de la embajada de España, junto a un anagrama de ETA y un mensaje que decía: "Solidaridad con los detenidos de Batasuna. Solidaridad con el pueblo vasco".

La CSB es la misma que en septiembre de 2008 inauguró una plaza en honor al fundador de la guerrilla de las FARC, Manuel Marulanda. Contreras se esmera en aportar matices: "El homenaje no era a las FARC, sino a la constancia de un hombre".

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